El Barça recupera su mejor versión en Dortmund (2-3) y se acerca a los octavos de Champions

El Barça resurgió en una noche mágica al derrotar al Borussia Dortmund (2-3) en el imponente Signal Iduna Park, dejando claro que su ambición europea sigue intacta. Este triunfo crucial en la sexta jornada de la fase de grupos de la Champions coloca al equipo blaugrana en la segunda posición en solitario con 15 puntos, a un paso de asegurar los octavos de final, y descolgando a un Borussia que peleó con valentía, pero sucumbió ante el despliegue ofensivo blaugrana.

Desde el inicio, el partido fue un espectáculo. Ambos equipos salieron con un fútbol de ida y vuelta, en un duelo lleno de intensidad y golpes cruzados. El Barça, liderado por un Lamine Yamal inspirado, mostró sus armas con jugadas vertiginosas. El joven prodigio regaló momentos de brillantez, como un centro con el exterior que rozó el gol y un disparo envenenado que obligó a Gregor Kobel a intervenir con maestría.

El primer tiempo concluyó sin goles, pero la segunda mitad fue un torbellino de emociones. El capitán Raphinha rompió el empate en el minuto 53, culminando una contra letal con un disparo cruzado que superó a Kobel. Sin embargo, la alegría fue efímera. Un penalti cometido por Pau Cubarsí permitió al francés Guirassy igualar el marcador desde los once metros. La tensión creció, y el técnico Hansi Flick respondió con movimientos audaces desde el banquillo. La entrada de Ferran Torres fue clave, y el delantero respondió con hambre y determinación.

El Barça retomó la ventaja gracias a Ferran, quien aprovechó un rechace tras un disparo de Fermín en el minuto 73. Pero el Dortmund, herido en su orgullo, no bajó los brazos. Guirassy volvió a empatar tras un error de Iñaki Peña, dejando al partido en un emocionante 2-2 a falta de diez minutos.

En esos instantes decisivos, el Barça mostró su mejor versión. Con Ferran Torres encendido, el Tiburón cazó su oportunidad en el minuto 85, sellando su doblete con un disparo preciso que perforó la red y dejó al Signal Iduna Park en silencio. El Dortmund intentó un último asedio, incluso con su portero Kobel subiendo al área rival, pero Nico Schlotterbeck falló un remate clave antes de lesionarse.

El pitido final desató la euforia culé. El Barça, con una actuación llena de coraje y calidad, dio un golpe sobre la mesa en Europa. Los pupilos de Flick demostraron que, aunque la Liga haya sido un terreno accidentado, en la Champions son un equipo distinto, con carácter ganador. Ferran Torres, el héroe inesperado, lideró a un equipo que sueña con grandeza.

Este triunfo no solo acerca al Barça a los octavos, sino que refuerza su confianza y envía un mensaje claro a Europa: el gigante blaugrana está de vuelta y tiene hambre de gloria.