9 años sin Johan Cruyff: el interminable legado del exjugador y exentrenador de Barça y Ajax

Johan Cruyff no fue simplemente un futbolista ni un entrenador más. Su impacto en el fútbol mundial lo elevó al estatus de leyenda, no solo por lo que hizo en el campo de juego, sino por la revolución conceptual que promovió desde el banquillo y las oficinas de los clubes por donde pasó. Cruyff cambió el fútbol, y su legado continúa vigente tanto en la filosofía de clubes como el Ajax y el Barça, como en la mentalidad de generaciones de futbolistas y entrenadores que se han inspirado en su visión.

Nacido el 25 de abril de 1947 en Ámsterdam, Hendrik Johannes Cruijff, conocido mundialmente como Johan Cruyff, fue el símbolo del "fútbol total". Su etapa como jugador comenzó en el Ajax, donde debutó en 1964. Allí ganó ocho títulos de liga, cinco Copas de los Países Bajos y tres Copas de Europa consecutivas entre 1971 y 1973. Cruyff era mucho más que un delantero o un mediapunta: era el cerebro del equipo, el encargado de dar ritmo y profundidad a cada ataque. Su capacidad para leer el juego, su visión y su técnica exquisita lo distinguieron de cualquier otro jugador de su época.

Cruyff también fue el abanderado de la selección neerlandesa, que alcanzó la final del Mundial de 1974 con un estilo de juego que asombró al mundo. Aunque los Países Bajos cayeron ante Alemania Federal, el torneo consagró a Cruyff como uno de los mejores jugadores de la historia. Su famoso Cruyff turn (la vuelta de Cruyff), movimiento en el que amagaba un pase o disparo y giraba de manera repentina para dejar atrás al defensor, aún es imitada en campos de entrenamiento de todo el planeta.

En su etapa como futbolista también brilló en el FC Barcelona, al que llegó en 1973. En su primer año llevó al equipo a conquistar la liga después de 14 años sin lograrlo, siendo protagonista de un histórico 0-5 ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Su influencia como jugador en Barcelona trascendió lo deportivo. Se convirtió en un símbolo de identidad catalana durante los años finales del franquismo, generando una conexión que sería la base de su posterior legado como entrenador.

Sin embargo, su impacto más profundo se produjo una vez colgó las botas y se sentó en el banquillo. Como entrenador, primero en el Ajax (1985-1988) y luego en el FC Barcelona (1988-1996), Cruyff fue el arquitecto de una forma de entender el fútbol que todavía es reconocible en la actualidad. Apostó por un estilo de juego ofensivo, de posesión, presión alta y jugadores versátiles, capaces de ocupar varias posiciones en el campo.

En Barcelona fue el padre del Dream Team, un equipo que conquistó cuatro Ligas consecutivas (1991-1994) y la primera Copa de Europa del club, en 1992, frente a la Sampdoria en Wembley. Su modelo de juego y su filosofía sentaron las bases para futuras generaciones. Entrenadores como Pep Guardiola, Luis Enrique, Frank Rijkaard o Xavi Hernández, todos profundamente influidos por Cruyff, llevaron esa herencia a lo más alto.

Cruyff no solo revolucionó el juego en sí, sino también la estructura de los clubes. En el Ajax y en el Barça implementó el modelo de cantera como eje del proyecto deportivo. Bajo su dirección, se dio importancia a La Masía como generadora de talentos, un concepto que años después daría frutos con jugadores como Xavi, Iniesta, Messi, Busquets y Puyol, pilares del Barça y la selección española campeona del mundo.

A lo largo de su vida, Johan Cruyff fue un revolucionario dentro y fuera del campo. Su mentalidad audaz y sus ideas avanzadas, tanto en lo táctico como en lo filosófico, cambiaron para siempre la manera de entender el fútbol. Su famosa frase, "Salid y disfrutad", pronunciada antes de la final de Wembley, refleja su visión: el fútbol como un arte basado en la inteligencia, la técnica y la libertad creativa.

Cruyff falleció tal día como hoy, un 24 de marzo, de 2016, pero su huella sigue tan viva como siempre. El estilo de juego blaugrana, la filosofía del Ajax y el legado de la selección neerlandesa continúan bebiendo de sus enseñanzas. Más allá de los títulos y los reconocimientos individuales, su mayor victoria fue transformar el fútbol en un espectáculo de inteligencia y belleza.

Johan Cruyff no solo jugaba al fútbol ni solo lo enseñaba: lo reinventó.