A tan solo un día de la esperada final de la Copa del Rey, el Real Madrid ha provocado una nueva polémica, esta vez intentando presionar a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que cambie todo el equipo arbitral. La razón: las fuertes declaraciones de los árbitros De Burgos Bengoetxea y González Fuertes, quienes se pronunciaron en rueda de prensa sobre la actitud de algunos medios y comunicadores, entre ellos, los vídeos emitidos por Real Madrid TV que critican a los colegiados antes de cada partido.
La noticia ha causado un auténtico terremoto en el mundo del fútbol. Según fuentes cercanas al club, la cúpula blanca se mostró "asombrada" ante el "show consentido" por la RFEF en la previa de la final, considerando que los árbitros han quedado "incapacitados" para dirigir el partido debido a los comentarios públicos sobre los árbitros y su relación con los medios que apoyan al club merengue.
Lo que más ha indignado al Real Madrid son las palabras del árbitro principal de la final, De Burgos Bengoetxea, quien afirmó que el fútbol debería "volver a ser más limpio y sano", denunciando las acusaciones constantes de "robo" por parte de los medios madridistas. Por su parte, González Fuertes, árbitro de VAR de la final, fue aún más contundente al asegurar que el estamento arbitral "tomará medidas" en respuesta a los ataques recibidos, anunciando que "habrá noticias de lo que pasará".
Ante esto, el Real Madrid no ha tardado en manifestar su enfado, pidiendo la sustitución del equipo arbitral completo. Sin embargo, la RFEF parece dispuesta a no ceder ante las presiones y ha dejado claro que no moverá ficha, a la espera de una petición formal por parte del club blanco.
Todo esto a tan solo un día de un clásico cargado de tensión, que promete ser un enfrentamiento decisivo de los que se disputarán esta temporada. Sin duda, este intento de manipulación del arbitraje por parte del Real Madrid añade más morbo a una final ya de por sí explosiva.
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