Esta es la nueva estrategia para la revalorización de pensiones
Esta medida, contenida en el Real Decreto Ley 2/2023, busca garantizar la actualización de las pensiones en línea con la tasa de inflación interanual registrada en noviembre de cada año, según lo detalla el INE.
El panorama de las pensiones en España se redefine a través de la última disposición legal, el Real Decreto Ley 2/2023, que establece un método claro para revalorizar las pensiones año tras año. La fórmula clave será la tasa de inflación interanual registrada en el mes de noviembre, cuyos resultados, siempre presentados por el INE a mediados de diciembre, dictarán el incremento. La tranquilidad llega a los pensionistas españoles al saber que en 2024 sus pensiones se elevarán en consonancia con el porcentaje final de la tasa de inflación de noviembre de 2023.
Esta revisión gubernamental despeja las incertidumbres sobre los aumentos de pensiones en caso de que los Presupuestos Generales del Estado no sean establecidos para el 2024 y deban ser prorrogados. Con este enfoque, se brinda un marco estable y predecible para los pensionistas en un entorno económico en constante cambio.
DIAGNÓSTICO DEL PANORAMA ACTUAL
Según lo analizado en el portal diarioabierto.es durante la semana, la posibilidad de una prórroga de los PGE del 2023 para el próximo ejercicio es alta, a pesar de las declaraciones optimistas de María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones. Ella ha confirmado que trabaja en un proyecto de ley futuro bajo el mandato del presidente del Gobierno. Con la investidura de Pedro Sánchez como presidente prácticamente asegurada, Montero incluso asegura que los PGE del 2024 se aprobarán, aunque con cierto retraso.
El escenario político también contempla la posibilidad de un gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo del Partido Popular. Durante su campaña electoral, Feijóo prometió mantener la reforma impulsada por Escrivá, asegurando que las pensiones se revalorizarían en relación con el Índice de Precios al Consumo (IPC).
DESAFÍOS Y REFORMAS EN MARCHA
El Gobierno aún no ha establecido el límite de gastos para el 2024 debido al adelanto electoral, lo que deja en suspenso las necesidades presupuestarias para diversas entidades administrativas y organismos. Uno de los ministerios que se encuentra en la mira es el liderado por José Luis Escrivá, ya que el gasto de la Seguridad Social constituye uno de los renglones más significativos de los PGE anuales.
A pesar de los vaivenes presupuestarios, la reforma del sistema público de pensiones de los años 2022 y 2023 establece una revalorización anual, independientemente de la existencia de PGE. El porcentaje del aumento de las pensiones quedará en suspenso hasta la publicación de la tasa de inflación de noviembre. Este indicador siempre ha sido el punto de referencia para ajustar las prestaciones por jubilación y las pensiones contributivas y no contributivas.
Esta misma fórmula ya estaba consignada en el primer documento del Pacto de Toledo, un principio que fue reafirmado en la última reforma del sistema público de pensiones a través del Real Decreto Ley 2/2023. La tasa de inflación interanual de noviembre, cuyo dato preliminar se presenta en diciembre por parte del INE, constituirá el factor determinante.
La reforma de Escrivá contempla una transformación significativa en las pensiones a partir del 2024. Para las pensiones contributivas, se anticipa un aumento del 20% entre 2024 y 2027, lo que llevaría a que alcancen el 60% de la renta media. Esto supondría un aumento promedio de aproximadamente 200 euros en las pensiones más bajas.
Durante tres años, hasta el 2027, se introducirán gradualmente las cantidades mínimas establecidas para cada ejercicio, basándose en el 60% de la renta media. La progresión, según lo establecido en la reforma, será del 20% en 2024, del 30% en 2025 y del 50% en 2026. En 2027, el aumento será el necesario para alcanzar ese 60% deseado.
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