Demoledor informe de Draghi contra la UE: falta de planificación y la "amenaza" de China

"El sector del automóvil es un ejemplo clave de la falta de planificación de la UE, que aplica una política climática sin una política industrial"

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9 de septiembre de 2024, Bruselas, Bélgica: Mario DRAGHI, expresidente del Banco Central Europeo (izq.), y Ursula von der LEYEN, presidenta de la Comisión Europea, participan en una conferencia de prensa en Bruselas - EP

 

El ex primer ministro italiano Mario Draghi ha presentado un informe este lunes donde ha cargado durante contra la UE poniendo de manifiesto la "falta de planificación" del ente supranacional en el sector de la automoción, una industria que considera paradigmática de este tipo de carencias derivadas del establecimiento de un ambicioso objetivo de descarbonización sin un impulso a la transformación de la cadena de suministro.

"El sector del automóvil es un ejemplo clave de la falta de planificación de la UE, que aplica una política climática sin una política industrial", señala el ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) en el informe sobre la competitividad de la UE que le encargó hace un año la propia presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y que han presentado juntos este lunes en rueda de prensa.

Draghi ha evidenciado que el principio de neutralidad tecnológica "no siempre se ha aplicado en el sector del automóvil" y que la UE no ha acompañado sus ambiciones climáticas de un impulso "sincronizado" a la evolución de la cadena de suministro.

En este sentido, recomienda desarrollar un plan de acción industrial para el sector del automóvil con el principal objetivo a corto plazo de evitar una "deslocalización radical" de la producción fuera de la Unión o la rápida absorción de plantas y empresas de la UE por productores extranjeros subvencionados por el Estado, sin dejar de avanzar en la descarbonización de la industria.

El informe aplaude ambiciosos objetivos como el de cero emisiones de gases de tubos de escape para 2035, que conducirá a una eliminación de facto de las nuevas matriculaciones de vehículos con motor de combustión interna y la rápida penetración en el mercado de los vehículos eléctricos, pero lamenta, por otro lado, que Bruselas no lanzase la Alianza Europea de Baterías hasta 2017, una demora a la que se suman también los retrasos en la instalación de infraestructura de carga.

Aumentar la dependencia de China puede ser una "amenaza"

Por contra, incide en que rivales como China se han centrado en la cadena de suministro completa del vehículo eléctrico desde 2012 y, como resultado, han avanzado "más rápido y a mayor escala" en este tipo de tecnologías, además de producir a menor coste, lo que ha llevado a que las empresas europeas pierdan cuota de mercado, una esta tendencia que "puede acelerarse a medida que se superen los cuellos de botella en el transporte".

Según datos del 'informe Draghi', la cuota de mercado de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos en Europa pasó del 5% en 2015 a casi el 15% en 2023, mientras que la cuota de los fabricantes europeos de vehículos eléctricos cayó del 80% al 60%.

Así, avisa de que aunque aumentar la dependencia de China puede ser la vía "más barata y eficiente" para alcanzar los objetivos de descarbonización, también representa una "amenaza" para las "productivas industrias domésticas del automóvil".

Al respecto, el ex primer ministro italiano ha reconocido que los aranceles compensatorios adoptados recientemente por la Comisión contra las empresas automovilísticas chinas que fabrican vehículos eléctricos de batería contribuirán a "nivelar" estas condiciones y, de cara al futuro, recomienda desarrollar una hoja de ruta industrial que tenga en cuenta la convergencia horizontal y vertical de las cadenas de valor en el ecosistema de la automoción.

Pide un aumento "masivo" de la inversión

Draghi también ha advertido este lunes de que la Unión Europea necesitará un aumento "masivo" de las inversiones para digitalizar y descarbonizar la economía y aumentar su capacidad de defensa, lo que supondrá un esfuerzo de 800.000 millones al año --unos 5 puntos porcentuales del PIB--, hasta alcanzar niveles de los años 60 y 70, si quiere mantener su competitividad frente a rivales como China o Estados Unidos.

"La única manera de ser más productivos es que Europa cambie radicalmente", señala el ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) en el informe sobre competitividad de la UE que le encargó hace un año la propia presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y que han presentado juntos este lunes en rueda de prensa.

Para ejemplificar lo titánico del hueco que debe rellenar la UE, Draghi ha recordado que las inversiones suplementarias del Plan Marshall entre 1948 y 1951 representaron anualmente en torno al 1-2% del PIB e incluye en su informe simulaciones de la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que evalúan si un aumento "tan masivo" de la inversión es macroeconómicamente sostenible y cómo puede Europa desbloquear una partida de esta envergadura.

Los resultados de estos simulacros sugieren que el impulso inversor puede llevarse a cabo sin que la economía sufra restricciones de oferta, y que la movilización de la financiación privada será fundamental a este respecto, aunque deberá apoyarse también en un incremento de la inversión pública.

"Pedí este informe para afrontar los retos económicos a los que nos enfrentamos en casa y alcanzar una posición más fuerte en un mundo de dura competencia económica. Desde entonces, el tema incluso ha cobrado impulso y ahora existe un amplio consenso en que debe ocupar un lugar prioritario en nuestra agenda y en el centro de nuestra acción", ha apuntado Von der Leyen.

El documento, que analiza los principales retos que afrontará la UE en los próximos años, también urge a culminar la Unión de los Mercados de Capitales; a alinear las políticas industrial, de competencia y comercial, a atender unas necesidades de inversión "inéditas" en medio siglo y a ahondar en la coordinación de la regulación y la eliminación de las barreras administrativas.

"Se trata de una cuestión existencial", ha señalado Draghi, quien ha destacado la importancia del crecimiento económico y de hacer de Europa un lugar en el que las tecnologías limpias puedan "florecer", para lograr su "supervivencia" frente a la "lenta agonía" que vive el continente, con un poder adquisitivo cada vez más bajo y con una "gran disminución de población".

Financiación de proyectos comunes

En lo que respecta a la financiación de proyectos de interés común europeo, el 'informe Draghi' advierte de que para maximizar la productividad será necesaria cierta financiación conjunta para invertir en bienes públicos europeos clave, como la innovación, el gasto en defensa o las redes transfronterizas, que "quedarán desabastecidos sin una acción común".

Por otro lado, Draghi ha apuntado que para que los Estados miembro converjan más estrechamente en sus políticas se necesitarán tanto regulación como incentivos, que también requerirán de financiación común. Sin embargo, el informe añade que si la estrategia no se aplica plenamente y el crecimiento de la productividad no repunta, "puede ser necesaria una mayor emisión de deuda pública para que la financiación de las transiciones sea una propuesta más realista".

Al respecto, Von der Leyen ha abogado por "estudiar la voluntad política" para definir los proyectos de interés común europeo y definir cómo financiarán: a través de contribuciones nacionales o de nuevos recursos propios, al tiempo que ha recordado que "la propuesta de la Comisión está ahora en manos de los Veintisiete".

 

 

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