¡Hacienda pone en jaque a las empresas familiares! Vigilará los dividendos de forma indefinida

El TEAC allana el camino para una supervisión permanente de las reestructuraciones empresariales que puedan generar ahorros fiscales en las compañías familiares

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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero -EP

 

La empresa familiar se enfrenta a un nuevo desafío fiscal. Los expertos temen que Hacienda aumente su vigilancia sobre el reparto de dividendos, un control que podría extenderse de forma indefinida. Todo se desencadenó tras la resolución del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), que ha dado luz verde al fisco para supervisar cualquier operación de reorganización empresarial que busque obtener un ahorro fiscal.

¿Qué es el régimen FEAC y cómo afecta a las empresas familiares?

El régimen especial de fusiones, escisiones y canje de valores (FEAC) permite a las empresas realizar reorganizaciones sin tributar inmediatamente por las plusvalías generadas, aplazando el pago de impuestos hasta la venta efectiva de las empresas reorganizadas. Este esquema, utilizado frecuentemente por las empresas familiares para estructurarse a través de sociedades holding, está ahora bajo la lupa de Hacienda.

El TEAC ha decidido que, si considera que una reestructuración tiene como objetivo principal ahorrar impuestos en el reparto de dividendos, puede exigir el pago de la plusvalía diferida proporcionalmente a medida que se distribuyan dichos dividendos. Esto supone que las empresas estarán en vigilancia continua, sin un límite temporal claro.

¿Por qué los dividendos están en el centro del problema?

El reparto de dividendos hacia la sociedad holding se ha convertido en un punto de conflicto. Según el TEAC, cuando estos dividendos representan un ahorro fiscal (la sociedad paga un 1,25% y los socios entre el 19% y el 28%), Hacienda podría determinar que la reestructuración se hizo para evitar el pago de impuestos. A partir de ahí, la regularización de la plusvalía diferida se haría de manera proporcional cada vez que se distribuyan dividendos, hasta que se acaben todos los beneficios fiscales.

La vigilancia indefinida: ¿Un riesgo para el futuro?

Según Esaú Alarcón, abogado fiscalista, esta decisión implica que las operaciones de reestructuración empresarial podrían estar bajo la amenaza de regularizaciones futuras sin plazo de caducidad. Esta vigilancia eterna genera incertidumbre para las empresas familiares, que ahora deben tener en cuenta no solo la viabilidad de sus operaciones, sino también el riesgo constante de que Hacienda decida regularizar las plusvalías en cualquier momento.

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