BNEW: La legislación de la inteligencia artificial impactará sobre la competitividad europea
El BNEW ha analizado el impacto y los beneficios de la ley de la inteligencia artificial
La Inteligencia Artifical es uno de los elementos que cada vez ha ido ganando más terreno, tanto en el ámbito industrial y empresarial como en el personal. Tanto es así que el pasado 13 de marzo se aprobó la histórica ley de la inteligencia artificial para regular su uso. De su impacto y sus beneficios es de lo que se ha hablado en esta charla del Barcelona New Economy Week (BNEW), que se celebrará desde el 7 hasta el 10 de octubre en el DFactory Barcelona.
En esta charla han estado presentes Joana Barbany, presidenta y directora del Cluster Digital de Catalunya y moderadora del debate; David Garriga, CEO fundador de SIRT; Alexandra Lillo, miembro del Observatorio de ética en Inteligencia Artificial de Catalunya; Montserrat Guardia, presidenta del Consejo Social de la UPC; y Lali Soler, directora del área digital de la Fundación Eurecat.
Todos los ponentes han podido definir qué es la Inteligencia Artificial en base a su conocimiento y su ámbito de ejecución. "Es un conjunto de técnicas que se proponen reproducir a distintos niveles el razonamiento humano de distintas maneras. Antes permitía clasificar y predecir, y ahora ha hecho un salto que permite también generar", explicaba Lali Soler, que añadía que en el futuro también podría llegar al punto de sentir.
Por su parte, Alexandra Lillo ha argumentado que se trata de "una herramienta que puede ayudar a la vida humana, pero que puede implicar muchos peligros", añadiendo que hay que encontrar la forma de que nos sirva a favor y no en contra.
Montserrat Guardia ha añadido que "es un puente de conocimiento, llega para hacer accesible el conocimiento de muchas personas al resto", mientras que David Garriga puntualizaba que es "una herramienta a disposición de los usuarios y en muchos sectores".
El impacto de la legislación de la IA
Hasta este momento, la Inteligencia Artificial no tenía un marco regulatorio que vigilara su uso, pero en la Unión Europea decidieron atacar este problema y crear una legislación, que afecta también a cualquier empresa que quiera operar en el territorio europeo, aunque esté creado en otra parte del planeta.
David Garriga hacía énfasis en que esta regulación permitiría que los ciudadanos estemos más tranquilos por lo que a los datos privados respecta, mientras que Lali Soler aportaba que esta legislación llegaba "muy pronto y de forma sobre regulada". "Es una ley pensada para cuando estas herramientas fallaban mucho, pero cuando se implemente ya estarán mucho más perfeccionadas", exponía. Por contra, Alexandra Lillo abría el debate al contraponer que "la regulación no es suficientemente garante. Deberíamos haber partido desde un punto de vista más antropocéntrico porque ha dejado muchos espacios para el mal uso".
Montserrat Guardia ha remarcado la rapidez en construir esta legislación, ya que se ha hecho en tan solo 3 años, "teniendo en cuenta que estamos cruzando puentes que no sabemos si ya están suficiente protegidos".
Por último, David Garriga ponía de nuevo el foco en los datos del ciudadano, y apuntaba que en caso de hacer la Inteligencia Artificial pública, era necesario que "nuestros datos como ciudadanos estén anonimizados".
¿Es posible garantizar el cumplimiento de la ley?
Una ley está hecha para ser cumplida, y ante ello, solo nos queda preguntarnos si es posible garantizar que todas las empresas la cumplan, y para ello existen organismos como la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial.
Pero para que funcione bien, no debemos olvidar que debe ir unida de los humanos, ya que el razonamiento de las personas y su criterio debe imponerse a una máquina. "El binomio IA-Humano debe estar siempre presente", recodaba Lali Soler.
"Podemos estar trabajando con tecnología, pero detrás debe haber personas que le pongan coherencia. La supervisión humana permitirá tener un diálogo para ver si lo que estamos haciendo tiene sentido o hay que acotar la parte privativa".
Competitividad y regulación
Una de las ideas que se ponían sobre la mesa era si el hecho de legislar la IA haría que Europa fuera menos competente, algo en lo que Lali estaba de acuerdo que pasaría al principio, pero sería algo que se acabaría recuperando. "Seguiremos siendo el componente a favor de los derechos humanos, pero hay que ser conscientes de que hay una serie de desarrollos de proyectos que se pararán", apuntaba.
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