Así está el precio del alquiler en las capitales europeas: Londres se acerca a los 4.000 euros de media

El alquiler en Barcelona ha alcanzado niveles históricamente altos, posicionándose entre las ciudades más caras de Europa para vivir. En octubre de 2024, el precio medio de alquiler se sitúa en torno a 1.545 euros al mes para un piso estándar de unos 70 metros cuadrados. Esta cifra es notablemente superior a la de otras grandes ciudades europeas, e incluso más que en Madrid, donde el precio medio del alquiler es de 1.494 euros al mes. Esta diferencia convierte a Barcelona en una ciudad más costosa que la capital española en cuanto a acceso a la vivienda.

El incremento de los precios en Barcelona, que ha crecido un 17,8% en el último año, refleja una tendencia sostenida de encarecimiento del alquiler, impulsada por una combinación de factores. Entre ellos destacan la fuerte demanda de vivienda, tanto por residentes locales como por extranjeros, la limitada oferta disponible y el impacto del turismo. 

Estos elementos han contribuido a que el coste de la vivienda en la ciudad se dispare, particularmente en zonas céntricas y altamente demandadas como el Eixample o Ciutat Vella, donde el precio por metro cuadrado llega a los 22,1 euros. Esta dinámica no solo afecta a los residentes que buscan alquilar, sino que también pone presión sobre aquellos que ya viven en la ciudad, generando un ambiente de incertidumbre sobre la accesibilidad a largo plazo a viviendas asequibles.

Comparada con otras ciudades europeas, Barcelona se encuentra en una posición intermedia-alta. Londres sigue siendo la ciudad más cara, con un alquiler promedio en el centro que ronda los 3.795 euros mensuales y los 2.797 euros en las afueras. Ámsterdam también se sitúa por encima de Barcelona, con precios que alcanzan los 2.275 euros al mes. Sin embargo, la capital catalana supera a otras grandes urbes como Berlín, donde el precio medio de alquiler es de 1.500 euros al mes, o París, que tiene un coste medio de 1.862 euros mensuales. En ciudades como Múnich, el alquiler es algo menor, con 1.770 euros al mes, mientras que en Praga el promedio se sitúa en 1.600 euros mensuales.

Para quienes buscan opciones más asequibles en Europa, ciudades como Budapest, Atenas y Turín ofrecen precios notablemente más bajos, con alquileres medios de 950 euros, 1.000 euros y 1.100 euros al mes, respectivamente. Sin embargo, estas alternativas están lejos de igualar el atractivo de Barcelona en cuanto a clima, oferta cultural y oportunidades laborales, lo que hace que muchos opten por soportar el alto coste de la vivienda para disfrutar de las ventajas de vivir en esta vibrante ciudad.