El Gobierno de España está ultimando una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)... una medida que genera inquietud entre las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Y es que según datos de la patronal Cepyme, entre enero y septiembre de 2024 se registraron 7.182 concursos de acreedores en este sector, un 26,2% más que en el mismo período del año anterior. Este es el nivel más alto de los últimos 15 años, salvo en 2022, cuando se contabilizaron concursos retrasados por la pandemia.
Los costes laborales han experimentado un incremento sostenido: solo en el tercer trimestre de este año aumentaron un 4,2 %, mientras que desde 2019 la subida acumulada asciende al 18,1 %. Aunque la moderación de la inflación y la reducción de los precios energéticos (un 10,2 % menos en el primer trimestre) han aliviado parcialmente las presiones, no han sido suficientes para compensar el impacto de mayores cotizaciones sociales y un SMI que ha crecido un 54 % desde 2018.
Erosión de márgenes y freno a la inversión
Expertos de Cepyme han advertido que estas subidas están asfixiando a las pymes. "Los márgenes se están reduciendo, lo que limita la capacidad de inversión y pone en riesgo su viabilidad futura", señala. Además, apunta a la negociación en curso sobre la reducción de la jornada laboral como otro factor que podría agravar la situación. "Es como poner una olla a hervir: la presión sigue aumentando hasta que finalmente revienta", ejemplifica.
Las pymes, más vulnerables debido a su menor productividad por empleado, han visto cómo el salario medio en sus empresas fue un 18,6 % inferior al de las medianas en el tercer trimestre, una brecha que se ha ampliado respecto a 2021. En paralelo, su rentabilidad bruta ha caído un 12 % desde 2019, afectando especialmente a las microempresas. Aunque el PIB y el empleo crecen, estas empresas han congelado contrataciones debido a un incremento de costes operativos del 26,8 % respecto a 2020.
Críticas al cálculo del SMI y pérdidas acumuladas
Del mismo modo, se cuestiona la falta de transparencia en la metodología para determinar las subidas del SMI, que asegura se hacen con datos incompletos y sin atender al Estatuto de los Trabajadores. "Ha subido tres veces más que la inflación, a pesar de la caída de la productividad y de que España sigue liderando la tasa de paro en la UE", critican.
Según Cepyme, el aumento del SMI ha frenado la creación de aproximadamente 350.000 empleos en el último lustro y ha contribuido a la desaparición de 12.200 microempresas desde 2019. Para las pymes, estas cifras reflejan un panorama preocupante, con medidas que, lejos de impulsar la economía, podrían estar contribuyendo a su debilitamiento estructural.
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