Entra en vigor la nueva edad legal de jubilación en España

A partir del 1 de enero de 2025, entra en vigor un nuevo ajuste en la edad legal de jubilación en España, que será de 66 años y 8 meses. Este cambio se enmarca dentro del incremento progresivo hacia los 67 años fijado por la reforma de 2011, que culminará en 2027. Además, los trabajadores que deseen retirarse a los 65 años sin penalización deberán haber cotizado al menos 38 años y 3 meses, lo que refleja el endurecimiento gradual de las condiciones de acceso a la jubilación completa.  

Desde 2013, la edad ordinaria de jubilación ha ido aumentando año tras año, junto con los requisitos de cotización necesarios para evitar reducciones en la pensión. En 2025, quienes no cumplan con los 38 años y 3 meses de cotización deberán esperar hasta los 66 años y 8 meses para jubilarse. Para 2027, la edad ordinaria se situará en 67 años, y será necesario haber cotizado al menos 38 años y 6 meses para jubilarse a esta edad sin penalización.  

El cálculo de las pensiones también ha experimentado importantes modificaciones. Desde 2022, la base para el cálculo se establece en los últimos 25 años cotizados. Sin embargo, a partir de 2026, entrará en vigor un sistema de cómputo dual que permitirá elegir entre dos opciones: tomar en cuenta los últimos 29 años cotizados, excluyendo los 24 meses con menores ingresos, o mantener el cálculo actual basado en los últimos 25 años cotizados. Este cambio busca ofrecer mayor flexibilidad a los trabajadores y adaptarse a trayectorias laborales más irregulares.  

La edad efectiva de jubilación, es decir, la edad real a la que los trabajadores se retiran, ha aumentado de manera constante en la última década, pasando de una media de 64,1 años en 2014 a 65,2 años en 2024. Este incremento se refleja tanto en hombres, con una media de 64,8 años, como en mujeres, con 65,6 años.  

En 2024, hasta noviembre, se registraron 338.771 jubilaciones. De estas, el 71 % correspondió a personas que se jubilaron a la edad ordinaria o superior, con una media de 66 años, mientras que el 29 % optó por la jubilación anticipada, cuya edad media se situó en 63,2 años. Dentro de este último grupo, la jubilación anticipada voluntaria tuvo una media de 64 años, mientras que la involuntaria se redujo a 62,8 años, representando apenas el 3,5 % del total, frente al 20 % que suponía hace una década.  

La jubilación demorada, en la que los trabajadores prolongan su actividad laboral más allá de la edad ordinaria, ha ganado popularidad en los últimos años. En 2024, esta modalidad representó el 9,4 % del total de jubilaciones, casi duplicando la cifra de 2019, cuando apenas alcanzaba el 4,8 %. La edad media de quienes optaron por esta opción fue de 68 años, lo que pone de manifiesto el efecto de los incentivos económicos y la mayor disposición de las personas a mantenerse activas laboralmente.