Esta es la medida económica que pone de acuerdo a Sánchez y Feijóo
El líder del PP justificó el respaldo de su partido argumentando que el acuerdo entre la patronal (CEOE y Cepyme) y los sindicatos (UGT y CCOO) es suficiente aval
Este miércoles 22 de enero, el Congreso de los Diputados debate y vota la reforma de las pensiones, centrada en la posibilidad de trabajar tras la jubilación.
Aunque el decreto ley cuenta con el apoyo del Partido Popular (PP), genera críticas entre socios del Gobierno como Podemos, Bildu y BNG, quienes temen que pueda alargar la edad de jubilación para los más vulnerables y reducir la cuantía de las pensiones.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, justificó el respaldo de su partido argumentando que el acuerdo entre la patronal (CEOE y Cepyme) y los sindicatos (UGT y CCOO) es suficiente aval. La reforma, aprobada inicialmente en diciembre por el Consejo de Ministros, debe ser ratificada por el Congreso en un plazo de un mes.
Principales cambios en la jubilación
Jubilación activa
Se flexibilizan los requisitos para compatibilizar el trabajo y la pensión. Ahora no será necesario tener una carrera de cotización completa, pero el beneficio dependerá del tiempo de retraso en la jubilación. Por ejemplo, un año de demora permitirá percibir el 45% de la pensión, incrementándose progresivamente hasta el 100% si se retrasa cinco años o más.
Jubilación parcial
- Se amplía de dos a tres años la posibilidad de adelantar la edad de jubilación parcial.
- La reducción de jornada inicial será del 20% al 33% para quienes anticipen más de dos años, mientras que la jubilación parcial ordinaria permitirá una reducción del 50% al 75%.
- Se mejoran las condiciones del trabajador relevista, quien ahora será contratado de forma indefinida y a tiempo completo.
- En el sector manufacturero, se prorroga hasta 2029 la regulación especial de la jubilación parcial con ajustes para equilibrar las condiciones laborales del relevista y del jubilado parcial.
La norma, que entrará en vigor el 1 de abril, busca fomentar la continuidad laboral de los jubilados, adaptándose a las necesidades del mercado y garantizando incentivos para retrasar la jubilación. Sin embargo, el rechazo de algunos partidos refleja las tensiones sobre el impacto social y económico de esta reforma.
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