La patronal catalana muestra su rechazo a la reducción de jornada laboral aprobada por el Gobierno

Foment del Treball y Pimec alertan sobre los posibles impactos negativos para las pequeñas y medianas empresas y exigen que la medida se adapte a las características de cada sector a través de la negociación colectiva

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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el Complejo de la Moncloa, a 4 de enero de 2025 - EP

 

La reciente aprobación por parte del Gobierno de una ley que propone la reducción de la jornada laboral ha generado una fuerte oposición entre las principales organizaciones empresariales de Catalunya. Foment del Treball, una de las patronales más influyentes en la región, ha expresado su desacuerdo con la medida, alegando que no se debe imponer una reducción generalizada por ley, sino que la jornada laboral debe establecerse a través de la negociación colectiva, teniendo en cuenta las particularidades de cada sector.

¿Por qué se oponen las patronales?

Foment del Treball y Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, argumentan que numerosos convenios colectivos ya han logrado reducir la jornada laboral a niveles inferiores a las 40 horas semanales, adaptándose a las necesidades de los sectores más productivos o innovadores. Según Foment, esta flexibilidad ha demostrado ser eficaz, permitiendo a las empresas ajustar sus horarios de forma voluntaria sin necesidad de intervención legislativa.

Uno de los puntos de fricción se encuentra en el supuesto aumento de la productividad que se asocia con la reducción de jornada. Los expertos señalan que esta relación no es automática ni universal. Para muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, la medida podría acarrear mayores costos salariales, afectar la competitividad e incluso generar efectos negativos sobre el empleo.

El impacto en las empresas

La reducción de la jornada laboral podría suponer un incremento en los costos para las empresas, debido a la necesidad de contratar más personal, pagar horas extra o aumentar los salarios de los trabajadores a tiempo parcial. Esta carga adicional podría afectar especialmente a las pequeñas y medianas empresas, que a menudo carecen de los recursos financieros necesarios para afrontar estos cambios.

Foment del Treball ha enfatizado que no está en contra de la reducción de jornada como principio, sino que rechaza que se imponga de forma uniforme para todos los sectores, sin considerar las necesidades específicas de cada uno. Además, han resaltado que la flexibilidad en la negociación colectiva ha permitido importantes avances en la reducción de jornada, adaptados a la realidad de cada sector.

El panorama en Catalunya: datos clave

Según los últimos datos del Observatorio del Treball i Model Productiu, el 25,26% de los convenios registrados en Catalunya han pactado jornadas laborales inferiores a las 37,5 horas semanales. Además, un 41,4% ha establecido jornadas de entre 37,5 y 39,5 horas semanales, lo que demuestra que ya se está produciendo una reducción de jornada de forma voluntaria y adaptada a cada sector. Estos datos subrayan que la negociación colectiva ya está permitiendo avances en la mejora de las condiciones laborales, sin necesidad de imponer medidas legislativas globales.

Una medida sin consenso

Pimec, por su parte, también ha mostrado su desacuerdo con la reducción de jornada laboral propuesta por el Gobierno, destacando la importancia de que la medida se articule a través de la negociación colectiva, con la participación activa de las pymes. La patronal ha criticado la falta de un enfoque integral que tenga en cuenta otros factores cruciales como la productividad, el absentismo laboral y la escasez de profesionales cualificados.

En este contexto, ambas organizaciones patronales instan al Gobierno a reconsiderar la medida y a adoptar un enfoque que permita a las empresas gestionar de forma más flexible sus jornadas laborales, sin comprometer su competitividad ni su estabilidad económica.

La negociación colectiva como solución

En resumen, Foment del Treball y Pimec coinciden en que la reducción de jornada debe ser un proceso negociado y adaptado a cada sector y empresa. Aunque reconocen que la medida podría ser positiva en algunos casos, consideran que imponer una reducción generalizada podría tener efectos negativos en la viabilidad de muchas empresas, especialmente en el caso de las pymes. En su lugar, proponen que se continúe avanzando en la reducción de jornada mediante la negociación colectiva, que ha demostrado ser una herramienta eficaz para adaptar los horarios laborales a las realidades del mercado.

 

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