Semana Santa: llene el depósito por 7 euros menos
Los precios del combustible llegan a la Semana Santa con un respiro para los bolsillos de los conductores
Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Comisión Europea y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste de llenar un depósito se ha reducido significativamente respecto al año pasado. Un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta actualmente alrededor de 83,40 euros, mientras que uno de diésel ronda los 79,20 euros. Estas cifras suponen un ahorro de entre cinco y siete euros con respecto al mismo periodo de 2024. Esta bajada llega justo en uno de los momentos de mayor movilidad del año: la Dirección General de Tráfico prevé más de 15,8 millones de desplazamientos por carretera durante estos días festivos.
Comparativa con 2024: más barato, pero con matices
En términos interanuales, los carburantes muestran una tendencia a la baja. La gasolina sin plomo 95 se sitúa ahora en 1,52 euros por litro, frente a los 1,61 euros registrados en abril de 2024. El gasóleo A, por su parte, marca 1,44 euros el litro, comparado con los 1,55 de hace un año. Esta caída responde en parte a una bajada en el precio internacional del crudo. El barril de Brent cotiza ahora en torno a los 64 dólares, una cifra claramente inferior a los 72 dólares de semanas anteriores. La relajación de los precios viene motivada por el aumento de producción de la OPEP+, que ha suavizado las restricciones de oferta con la intención de estabilizar los mercados.
Además, las previsiones de consumo más moderado en los primeros meses del año y un invierno sin grandes alteraciones geopolíticas han permitido cierta contención de precios, al menos en esta primera mitad de abril. También ha influido ligeramente la caída del Índice de Precios de Consumo en carburantes, que se ha reducido un 0,9% intermensual, lo que a su vez ha bajado la tasa del transporte en 1,2 puntos.
Diferencias entre comunidades: fiscalidad desigual, precios desiguales
Pese a la media nacional más favorable, existen importantes diferencias territoriales. Comunidades como Canarias, donde se aplica un régimen fiscal distinto y más laxo en los carburantes, registran algunos de los precios más bajos del país. Lo mismo ocurre en regiones del interior como Castilla-La Mancha o Extremadura, que presentan cifras por debajo de la media nacional gracias a una menor presión fiscal autonómica.
Por el contrario, autonomías como Cataluña, Baleares o el País Vasco muestran precios significativamente más altos debido a los recargos específicos aplicados a los carburantes a nivel regional. En algunas provincias, esta diferencia puede suponer hasta 12 euros más por llenar un depósito completo. El denominado céntimo sanitario y otras tasas añadidas son las responsables directas de esta brecha territorial, que penaliza especialmente a los conductores en zonas urbanas con alta carga fiscal.
El impuesto al diésel, pendiente de decisión política
En paralelo a esta bajada temporal de precios, el futuro del gasóleo en España sigue marcado por la incertidumbre. La Comisión Europea ha exigido al Gobierno español que equipare el impuesto especial del diésel al de la gasolina antes del 11 de abril, en cumplimiento del plan de recuperación económica firmado con Bruselas. Actualmente, el gasóleo tributa 0,307 euros por litro, mientras que la gasolina lo hace a 0,401 euros. Esta diferencia es considerada una distorsión del mercado por parte de la UE, que demanda una fiscalidad más homogénea entre ambos carburantes.
Sin embargo, el Gobierno no cuenta aún con los apoyos parlamentarios necesarios para sacar adelante esta reforma fiscal en el Congreso. El llamado “dieselazo” ha quedado en el aire, mientras se negocia con partidos clave para evitar una posible penalización en los fondos europeos. Aunque el Ejecutivo ha asegurado que el retraso no afectará al desembolso de los 23.900 millones del plan europeo, existe el riesgo de una rebaja parcial si no se cumplen los compromisos en materia fiscal.
España, entre los países con combustible más baratos de Europa
A pesar de esta tensión política, España continúa siendo uno de los países de la Unión Europea donde repostar resulta más económico. La gasolina de 95 octanos se paga en España a 1,52 euros por litro, frente a los 1,65 euros de la media comunitaria y los 1,71 de la eurozona. En el caso del diésel, la diferencia también es clara: 1,44 euros frente a los 1,56 del conjunto de la UE y los 1,58 en la eurozona. Esta posición relativamente ventajosa se ha convertido en un factor clave para el turismo y el transporte de mercancías, especialmente en temporada alta.
El sector de las estaciones de servicio ya ha notado un incremento en el volumen de ventas respecto al mes anterior, y confía en que el periodo vacacional ayude a consolidar una tendencia positiva. No obstante, la posible subida del impuesto al diésel podría modificar radicalmente esta situación en cuestión de semanas, con efectos directos tanto en los costes logísticos como en el gasto del consumidor medio.
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