La nueva medida que implementará el Ayuntamiento de Girona para evitar que los vecinos reciclen mal

El Ayuntamiento de Girona ha cambiado las tapas de diez contenedores inteligentes del barrio del Eixample, donde se ha establecido este sistema de reciclaje, para colocar una apertura reducida y específica para la fracción del vidrio. Se trata de una prueba que tiene como objetivo evitar los residuos impropios en esta fracción, es decir, aquellos que no son vidrio.

El consistorio ha detectado que los martes, cuando toca tirar el vidrio, se vierten en el contenedor multifracción otros residuos considerados impropios. Para evitarlo, ese día no se podrá abrir la tapa del contenedor y se deberá verter el vidrio por la abertura reducida. Este cambio que se ha notificado a vecinos y vecinas afectados con el envío de una carta a sus domicilios. En caso de dar buenos resultados, la medida se extenderá al resto de contenedores inteligentes del barrio del Eixample y el Mercadal.

Tal y como está señalado en los mismos contenedores inteligentes, este agujero específico se puede utilizar únicamente los martes, el día de recogida del vidrio, pudiendo depositar botellas, botes y envases de vidrio, siempre sin el tapón ni precintos. Para cualquier duda referente a qué lugar se debe depositar cada residuo se puede consultar la web residuonvas.cat de la Agència de Residus de Catalunya.

La presencia de estos residuos impropios representa un mayor coste de tratamiento del vidrio y puede suponer un incremento en la tasa de basura, mediante la cual se cubre el coste asociado a la recogida y el tratamiento de los residuos municipales.

Cabe recordar que estos contenedores cerrados y agrupados funcionan electrónicamente, es decir, únicamente pueden abrirse con la tarjeta personal inteligente que tienen las personas usuarias. Hay tres tipos de contenedores: uno para verter la fracción orgánica tres días a la semana, otro multifracción para depositar cada día la fracción que corresponda y uno último para recoger el textil sanitario. Se trata de un modelo implementado en los barrios del Eixample y el Mercadal, que se extenderá a otros puntos de la ciudad a inicios de 2024. Recientemente, se ha cambiado el modelo de estos contenedores por uno más moderno y adaptado a las necesidades de los usuarios y usuarias.