"Jugar en la calle": una tradición intergeneracional que Girona se niega a perder
Una iniciativa comunitaria y artística devuelve la vida a un espacio emblemático con juegos tradicionales diseñados por niños, jóvenes y vecinos del barrio
Girona quiere volver a ver a los niños jugar en la calle como antes. Esta semana, el Ayuntamiento de Girona, en colaboración con entidades locales y la artista Raquel Morón, pone en marcha una iniciativa vecinal y artística para repintar los juegos tradicionales en la Plaça de l’Om del Pont Major, devolviendo la vida a un espacio público que durante años fue punto de encuentro intergeneracional en el barrio.
Una tradición que no se quiere perder
La acción, impulsada dentro del Pla Comunitari "Construïm Ponts", es el resultado de un proceso participativo de dos meses, donde niños y adolescentes del Centre Obert Pont Major han conversado con personas mayores para redescubrir los juegos que ellos jugaban de pequeños: la rayuela, laberintos, el tres en raya o incluso los croquis de una casa. A partir de esas memorias, los más jóvenes han rediseñado los juegos, integrando también elementos que representan la diversidad del barrio.
“Esta propuesta no solo devuelve color a la plaza, también recupera el espíritu de comunidad y el juego compartido, algo esencial para construir barrios cohesionados”, ha destacado la tenienta de alcaldía y regidora de Serveis a les Persones i de Llengua Catalana, Núria Riquelme Zurita.
La iniciativa contará con la participación activa de los alumnos de las escuelas del barrio –Carme Auguet y FEDAC–, quienes colaborarán en el repintado junto con la artista y la Associació Art-Crea.
La Plaça de l’Om, situada frente al Centre Cívic Pont Major y la Biblioteca Just M. Casero, fue decorada hace una docena de años con juegos pintados por la misma artista. Con el paso del tiempo, sin embargo, las figuras se desdibujaron, y con ellas, también se fue apagando la costumbre de jugar al aire libre. Ahora, se busca revivir esos juegos como alternativa saludable y creativa frente al tiempo de pantalla, fomentando además el ejercicio físico y el encuentro entre generaciones.
Con actividades como esta, Girona refuerza su apuesta por la revitalización de los espacios públicos a través de la participación ciudadana, en especial la de los más pequeños, con proyectos que mezclan arte, memoria, educación y comunidad.
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