Un informe desvela "la larga historia de acusaciones falsas" de Israel

El medio británico Middle East Eye publicó un informe que monitorea "la larga historia de acusaciones falsas de Israel", abordando la masacre del Hospital Bautista en la Franja de Gaza la semana pasada, el asesinato de la periodista palestina Sherine Abu Aqla en 2022 y el niño Muhammad al-Durra. en 2000.

El informe, escrito por Alex MacDonald y recogido por Al Jazeera, menciona el gran número de muertos en la masacre del Hospital Bautista y avala el anuncio del Ministerio de Salud palestino de que el hospital fue blanco de un ataque aéreo israelí.

El informe explica que después del asesinato de unos “470 palestinos” el martes por la noche de la semana pasada, Hanania Naftali, asistente de asuntos digitales del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, anunció inicialmente que “la Fuerza Aérea israelí bombardeó una base terrorista de Hamas dentro de un hospital en Gaza, y un gran número de terroristas murieron". Más tarde cambió su historia y describió la explosión como "misteriosa"  y causada por "un misil fallido" o "algo que se hizo deliberadamente para obtener apoyo internacional". Israel respondió oficialmente, negó su responsabilidad por el ataque y trató de echar la culpa a un misil lanzado incorrectamente por el movimiento Jihad Islámico Palestino.

Según el citado medio, las afirmaciones israelíes de inocencia fueron recibidas con un escepticismo generalizado como resultado de años de desinformación difundida por el ejército israelí a raíz de controvertidos ataques, añadiendo varios ejemplos:

Sherine Abu Aqla y Muhammad Al-Durra

El informe hablaba del asesinato de la periodista palestina de Al Jazeera, Sherine Abu Aqla, una ciudadana estadounidense que fue asesinada por las fuerzas israelíes el 11 de mayo de 2022 mientras cubría una operación militar israelí en Jenin, en Cisjordania.

Israel inicialmente acusó a militantes palestinos de dispararle, pero luego admitió que había "una alta posibilidad de que Abu Aqla fuera alcanzado accidentalmente por disparos del ejército israelí dirigidos contra presuntos militantes palestinos".

La Fiscalía Militar israelí dijo en ese momento que no abriría una investigación sobre ninguno de los soldados involucrados en el incidente porque "no hay sospecha de que se haya cometido un delito penal".

Muhammad al-Durra

Otro ejemplo que señala el informe sobre los engaños de Israel es la muerte del niño palestino Muhammad al-Durra (12 años), que fue uno de los acontecimientos cruciales de la Segunda Intifada (2000-2005).

Las imágenes del niño pidiendo ayuda a su padre detrás de una barrera de piedra a la luz de los intensos disparos israelíes y su posterior martirio provocaron indignación internacional, y hasta el día de hoy todavía se le considera un símbolo e ícono de la opresión de los palestinos por parte de Israel.

Aunque los israelíes inicialmente aceptaron la responsabilidad por su muerte y afirmaron que fue utilizado como escudo humano, luego se retractaron en 2005.