Oriente Medio, a punto de explotar: China y EEUU mandan buques de guerra temiendo una escalada
La catástrofe humanitaria que se está viviendo en Gaza está rompiendo los equilibrios clásicos en las relaciones internacionales
La crisis en Oriente Medio ha llegado a niveles que no se habían visto en décadas. Mientras Tel Aviv continua bombardeando Gaza en respuesta a la incursión de la organización terrorista Hamás - que dejó más de 1.200 muertos en Israel-, las cifras de víctimas mortales en la Franja no dejan de aumentar: ya han muerto más de 6.500 personas a causa de los bombardeos israelíes, entre ellos 2.700 niños, sin que se vislumbre un alto al fuego a corto plazo que frene la sangría.
Totalmente encerrados y sin suministros básicos como luz, agua, electricidad y comida, la situación en Gaza es cada vez más crítica. Las autoridades sanitarias de la Franja han alertado este miércoles del "colapso total" del sistema sanitario por la falta de combustible y los bombardeos de Israel. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, había alertado de que los hospitales se quedarían este miércoles sin combustible para los generadores que producen electricidad.
La catástrofe humanitaria que se está viviendo en Gaza está rompiendo los equilibrios clásicos en las relaciones internacionales. Israel, que nació bajo el mandato de Naciones Unidas, ha roto relaciones con su creadora. Las autoridades israelíes han anunciado este miércoles 25 de octubre que denegarán la entrega de visados a representantes de la ONU tras las últimas declaraciones del secretario general del organismo, António Guterres, quien dijo el martes que los "horribles" ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) "no surgieron de la nada". Sus palabras han sido duramente criticadas desde Tel Aviv, que va comprometiendo sus apoyos a medida que aumentan los muertos en la Franja.
ESTALLIDO DEL MUNDO ÁRABE
Y la ruptura de relaciones con la ONU no es el único frente abierto para Tel Aviv. El mundo árabe se está levantando contra lo que consideran una "masacre". El presidente de Turquía - país integrante de la OTAN-, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este miércoles que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) "no es una organización terrorista" y ha cancelado su viaje oficial a Israel.
"No tenemos problemas con el Estado de Israel, pero nunca hemos aprobado las atrocidades cometidas por Israel y la forma que actúa como una organización, más que como un Estado", ha destacado Erdogan, que ha indicado que "casi la mitad de los muertos a causa de los ataques de Israel contra Gaza son niños".
En el mismo sentido se ha pronunciado Arabia Saudita, aliado clave de Estados Unidos y uno de los países árabes que más se ha acercado a Israel en los últimos años. El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, ha pedido este miércoles detener la violencia. Bin Salman ha destacado la necesidad de encontrar soluciones que pongan fin a los ataques contra civiles e infraestructuras, así como medidas que eviten el desplazamiento forzado, según ha informado la Agencia de Prensa Saudí (SPA).
Del mismo modo, ha señalado la necesidad de respetar el derecho internacional humanitario, pidiendo levantar el asedio a Gaza, preservar los servicios básicos y permitir la entrada de ayuda humanitaria y médica.
Egipto, otro socio clave de Estados Unidos y país fronterizo con la Franja de Gaza, también ha apostado por un alto al fuego. El presidente del país, Abdelfatá al Sisi, ha destacado este miércoles que El Cairo "está jugando un papel positivo" a la hora de "contener" un aumento de las hostilidades y lograr un alto el fuego en el conflicto desatado el 7 de octubre tras los ataques ejecutados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra Israel.
"La solución al problema palestino pasa por una solución diplomática y por dar al pueblo palestino su derecho a un Estado independiente con Jerusalén Este como capital", ha remachado Al Sisi, en un apoyo explícito a la solución de dos Estados, respaldada por Naciones Unidas.
Más duros han sido en Jordania, cuya reina, Rania de Jordania es descendiente de palestinos. La monarca ha criticado el "flagrante doble rasero" de Occidente a la hora de valorar el actual conflicto entre Israel y Hamás.
Rania ha echado en falta que se condene la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza con la misma contundencia que se repudió "inmediatamente" el ataque terrorista del 7 de octubre. "El silencio es ensordecedor", ha sentenciado.
CHOQUE ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA
Esta pérdida de confianza hacia Occidente de los países árabes que han sido aliados clásicos podría crear un cisma internacional que se lleve por delante la débil estabilidad que hemos vivido hasta ahora. Temiendo una escalada en la zona, o buscando incitarla, Estados Unidos - que este miércoles ha declinado favorecer un alto al fuego-, ha enviado portaviones militares con capacidad nuclear hacia Israel para protegerlo ante una previsible escalada.
Y como siempre, la presencia estadounidense ha propiciado la llegada de otro invitado a la zona que también podría ser clave en el conflicto: China. Pekín ha enviado al 44.º grupo de trabajo de escolta naval chino, que incluye el destructor de misiles guiados Zibo, la fragata de misiles guiados Jingzhou y el barco de reabastecimiento integral Qiandaohu, al Golfo Pérsico, concretamente a Kuwait, en la mañana del 18 de octubre.
La gran presencia militar en la zona y la incomodidad de los países árabes ante el asedio de Gaza - que sí está siendo legitimado por Estados Unidos y Occidente- hacen temer que Oriente Medio pueda convertirse en el escenario de un conflicto internacional que escale a unas dimensiones que no se han visto en décadas. Un levantamiento árabe contra Israel podría tener el apoyo de superpotencias como China y Rusia, mientras que Occidente, encabezado por Estados Unidos, apoyaría previsiblemente a Tel Aviv. Una combinación fatal que dejaría al planeta al borde de una Guerra Mundial.
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