La ONU pide una tregua humanitaria en medio del conflicto entre Israel y Hamas

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha emitido un llamado enérgico para una "tregua humanitaria inmediata" en el vigésimo primer día del conflicto entre Israel y Hamas. Esto ocurre después de que el Consejo de Seguridad no lograra tomar medidas en cuatro ocasiones en un período de diez días, lo que ha puesto de manifiesto las divisiones, especialmente entre las naciones occidentales.

El embajador jordano, Mahmoud Daifallah Hmoud, quien representó al grupo de 22 países árabes que elaboró la resolución, expresó que, "en un momento en que somos testigos de una invasión terrestre de Israel y en ausencia de una acción determinada por parte del Consejo de Seguridad, esta resolución tiene un objetivo sencillo pero crucial, en consonancia con el propósito fundamental de las Naciones Unidas: la paz".

La resolución, que no es vinculante, "solicita una tregua humanitaria inmediata, sostenible y duradera que lleve al cese de las hostilidades". En la votación realizada en Nueva York, obtuvo 120 votos a favor, 14 en contra (incluyendo a Israel y Estados Unidos) y 45 abstenciones, de los 193 Estados miembros de la ONU.

Hamas ha saludado la votación y ha instado a su "implementación inmediata para permitir el suministro de combustible y ayuda humanitaria a los civiles", según un comunicado oficial.

El conflicto actual entre Israel y Hamas se desencadenó por el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino el 7 de octubre en territorio israelí desde la Franja de Gaza. Como represalia, el ejército israelí ha estado bombardeando incesantemente el territorio controlado por Hamas, donde viven aproximadamente 2.4 millones de palestinos. El viernes por la noche, Israel anunció la "ampliación" de sus operaciones terrestres en Gaza.

La resolución de la Asamblea General se enfoca principalmente en la situación humanitaria en Gaza, solicitando la provisión "inmediata" de agua, alimentos, combustible, electricidad y acceso "sin obstáculos" a la ayuda humanitaria.

Además, condena "todos los actos de violencia dirigidos contra civiles palestinos e israelíes, incluidos todos los actos de terrorismo y los ataques indiscriminados", y expresa su "profunda preocupación por la escalada de la violencia desde el ataque del 7 de octubre", aunque no menciona explícitamente a Hamas.

El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, calificó la resolución de "infamia" y dijo: "Es un día oscuro para la ONU y para la humanidad". Prometió que Israel continuará utilizando "todos los medios" a su disposición para "liberar al mundo del mal que representa Hamas".

Estados Unidos, que también criticó la falta de menciones de "Hamas" y "rehenes" en el texto, votó en contra de la resolución, mientras que el Reino Unido se abstuvo.

Un enmienda canadiense que buscaba condenar "categóricamente los ataques terroristas de Hamas" del 7 de octubre y exigir la "liberación inmediata e incondicional" de los rehenes fue rechazada, obteniendo 88 votos a favor, 55 en contra y 23 abstenciones (se requería una mayoría de dos tercios de los votos expresados para que fuera aprobada).

A pesar de reconocer que "algunos elementos esenciales faltan en el texto", Francia apoyó la resolución jordana. El embajador francés Nicolas de Rivière enfatizó que "nada puede justificar el sufrimiento de los civiles".

Sin embargo, las posiciones de los Estados miembros de la Unión Europea fueron diversas. Mientras que Francia, España y Bélgica votaron a favor del texto, Alemania, Italia y Finlandia se abstuvieron, y Austria, la República Checa y Hungría votaron en contra. Richard Gowan, del International Crisis Group, comentó que esto representó "una catástrofe para los esfuerzos de la UE de proyectar una posición común en la ONU".