¿Cómo se desarrollará la guerra entre Ucrania y Rusia en 2024? Los tres posibles caminos

La guerra está a punto de arrancar su tercer curso consecutivo y nadie tiene ganada aún la guerra

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EuropaPress 4825838 presidente ucrania volodimir zelenski

 

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El conflicto en Ucrania está a punto de empezar su tercer curso consecutivo, a pesar de que este año no han habido muchos cambios en el frente... algo que podría cambiar de cara al año que viene. El presidente ucraniano Volodomyr Zelensky ya ha reconocido que la ofensiva de primavera de su país no ha sido del todo exitosa, y Rusia aún mantiene control sobre aproximadamente el 18% de Ucrania.

 

Sin embargo, ¿cómo puede seguir la guerra el próximo año?

 

LA GUERRA SEGUIRÁ ADELANTE

 

Una posibilidad es que la guerra continúe durante el próximo año, ya que Vladimir Putin no muestra señales de debilidad. La ofensiva invernal de Ucrania parece haberse estancado, pero no se observa un avance por parte de Rusia. Más que nunca, el desenlace parece depender de decisiones políticas tomadas a miles de kilómetros de distancia del epicentro del conflicto, específicamente en Washington y Bruselas.

 

La sólida muestra de unidad por parte de Occidente que caracterizó el año 2022 y perduró a lo largo de 2023 ahora parece tambalearse. El paquete de ayuda a la defensa de Estados Unidos se ve afectado por lo que el presidente Biden ha denominado acertadamente como "política mezquina" en Washington. Además, el futuro de la asistencia económica de la UE parece estar sujeto a la posición incongruente de Hungría.

Las incertidumbres en las capitales occidentales han fortalecido la posición de Putin. 

 

Lo que es cierto es que la decisión de la UE de iniciar conversaciones de membresía con Ucrania y Moldavia va más allá de lo simbólico. Implícitamente, representa un respaldo continuo a Kiev, ya que un futuro en la UE para Ucrania sería inviable en caso de una victoria total de Rusia. En Washington, un cambio completo de política parece poco probable.

 

Aunque es probable que el conflicto perdure hasta 2024, está claro que no puede prolongarse indefinidamente. Con la indecisión occidental fortaleciendo a Rusia y en ausencia de un golpe de estado o de problemas de salud que conduzcan a la caída de Putin, el único resultado previsible será un acuerdo negociado, aunque ambas partes sigan negándose por ahora.

 

UN AÑO PARA CONSOLIDARSE

 

En 2023, se ha visto la implicación industrial en la guerra. Esto implica que las economías de los países se vuelcan en la producción de material bélico. El presupuesto de defensa de Rusia se ha triplicado desde 2021 y absorberá el 30% del gasto público el próximo año. Esto augura que la guerra en Ucrania se prolongará más y será más traumática que cualquier conflicto experimentado en Europa desde mediados del siglo pasado.

 

El próximo año revelará si Rusia, junto con sus proveedores en Corea del Norte e Irán, o Ucrania, respaldada por sus patrocinadores occidentales, son capaces y están dispuestos a enfrentar las insaciables demandas de la guerra en la era industrial.

 

Las fuerzas rusas podrían intentar avanzar nuevamente a lo largo de todo el frente, al menos con el objetivo de asegurar la totalidad de la región de Donbas. Mientras tanto, Ucrania probablemente buscará capitalizar sus éxitos al restablecer el control sobre el Mar Negro occidental y su corredor comercial vital hacia el Bósforo. En esencia, 2024 parece ser un año de consolidación tanto para Kiev como para Moscú.

 

CRIMEA: PUNTO DE CONFLICTO

Rusia carece de una capacidad decisiva y revolucionaria para llevar a cabo una invasión en Ucrania y se esforzará al máximo para conservar las áreas que actualmente ocupa. Aprovechará el tiempo para fortalecer sus defensas, aguardando el momento en que Occidente pueda perder la voluntad de continuar respaldando a Ucrania.

 

Sin embargo, Ucrania no cejará en su empeño. Está luchando por su supervivencia y comprende las consecuencias que enfrentaría si detiene su resistencia. Varios países europeos están expresando la necesidad de aumentar la asistencia en medio de inquietudes sobre la posible debilitación de la determinación por parte de Estados Unidos.

 

Sin embargo, se prevé que Estados Unidos recobrare su determinación estratégica y apruebe el paquete de ayuda que quedó pendiente en el Congreso en diciembre. Por lo tanto, los siguientes pasos para Ucrania pueden ser: 

 

  • Reconstituir unidades desgastadas tras meses de combates, esencial para una nueva ofensiva.
  • Mejorar el sistema de contratación dentro de Ucrania para maximizar la disponibilidad de mano de obra.
  • Aumentar la producción de municiones y armas.
  • Mejorar su capacidad para operar contra las potentes capacidades rusas de guerra electrónica, abordando la interferencia, interceptación y localización.
  • A principios del verano, Ucrania podrá emplear aviones de combate F16 fabricados en Estados Unidos por primera vez, lo que se espera mejore su capacidad para contrarrestar a las aeronaves rusas y fortalezca sus propias defensas aéreas.


Por lo tanto, Ucrania desplegará todos sus esfuerzos para mantener la presión sobre las fuerzas rusas en la región, buscando hacer insostenible la presencia de la marina rusa en Sebastopol, las pocas bases de la fuerza aérea en el área y su base logística en Dzankoy.

 

Por supuesto, los recursos de Ucrania no son ilimitados, especialmente en términos de municiones de artillería y armas de precisión de largo alcance. No obstante, las condiciones de los soldados rusos son aún más precarias. La guerra es tanto una prueba de voluntad como una evaluación de la logística. El sistema logístico ruso se muestra frágil y está bajo una presión constante por parte de Ucrania.

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