La increíble historia de los niños argentinos que acaban de descubrir que sus padres eran espías rusos

El aeropuerto gubernamental de Vnukovo en Moscú ha sido el escenario de un impactante intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente, con Vladimir Putin recibiendo a los rusos. Entre los involucrados en el intercambio se encontraban Artem Dultsev y Anna Dultseva, quienes se desempeñaron como espías rusos bajo identidades falsas. 

Durante su estancia en Buenos Aires y Eslovenia, se hicieron pasar por ciudadanos argentinos, utilizando los nombres de María Rosa Mayer Muños y Ludwig Gish. Los Dultsev/Dultseva vivieron en Buenos Aires entre 2012 y 2017, y luego se trasladaron a Eslovenia, donde continuaron con sus identidades falsas hasta su detención a finales de 2022. Tras su condena a un año y siete meses de prisión y la expulsión de Eslovenia con una prohibición de entrada por cinco años, su caso se convirtió en una pieza clave en las negociaciones del intercambio.

El intercambio también involucró a dos menores, de ocho y diez años, quienes fueron trasladados a un hogar de acogida temporal en Eslovenia. Los niños solo supieron la verdadera identidad de sus padres al despegar el avión en Ankara, lo que añade una dimensión emocional compleja a la situación. Los menores, que no hablan ruso y tienen un conocimiento limitado sobre Rusia, enfrentan ahora el desafío de adaptarse a una nueva vida mientras se ajustan a su entorno actual.

El acuerdo incluyó la liberación de 24 personas en total. De Rusia fueron liberados ocho individuos, incluyendo a figuras destacadas como Evan Gershkovich, periodista del The Wall Street Journal, detenido en marzo de 2023 bajo acusaciones de espionaje; Paul Whelan, un exmilitar estadounidense encarcelado desde 2018 por cargos similares; e Ilia Yashin, un disidente ruso detenido en 2022. Estos intercambios destacan el continuo esfuerzo por mejorar las relaciones entre Rusia y Occidente, siguiendo el precedente de diciembre de 2022 cuando Rusia liberó a Brittney Griner a cambio del traficante de armas Viktor Bout, mientras que Washington se negó a entregar a Vadim Krasikov.