Los socialdemócratas alemanes se imponen a la ultraderecha por la mínima en Brandeburgo
Este resultado se da según la proyección sobre el voto recogida por los medios locales
El Partido Socialdemócrata (SPD) ha ganado las elecciones de este domingo en el estado alemán de Brandeburgo con un 31 por ciento de apoyo, 1 punto por delante de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que obtiene un 30 por ciento, según la proyección sobre el voto recogida por los medios locales.
La tercera posición la comparten la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Alianza Sahra Wagenknecht-Por la Razón y la Justicia (BSW), ambos con un 12 por ciento. En cuarta posición quedarían Los Verdes, con un 5 por ciento, superando el 4 por ciento mínimo para obtener representación. La Izquierda (3 por ciento) y BVB/Votantes Libres (2,7) quedarían fuera del parlamento regional por porcentaje, aunque podrían conseguir algún escaño por elección directa.
En cuanto a la participación, se estima en torno al 74 por ciento, por encima del 61,3 por ciento de las últimas elecciones regionales, celebradas en 2019.
Brandeburgo tiene 2,1 millones de votantes, pero sus elecciones regionales se han convertido en un hito importante debido al auge de la extrema derecha en otros estados de la antigua República Democrática Alemana y se interpretan en clave nacional tras los últimos fracasos en elecciones regionales del gobernante SPD y sus aliados liberales y ecologistas.
El retorno de la ultraderecha a Alemania
Los recientes resultados en Brandeburgo, donde AfD ha obtenido un preocupante 30% del voto, se suman a una tendencia que se viene observando en otras regiones del país. Las elecciones de principios de septiembre en Turingia y Sajonia ya habían adelantado este fenómeno, con AfD ganando en Turingia con un 33% de los votos y quedando en segundo lugar en Sajonia, justo detrás de la CDU.
El resurgimiento de la ultraderecha en Alemania es especialmente alarmante por su carga histórica. No es solo una cuestión de ideologías radicales en un contexto contemporáneo; remite a un pasado que tuvo consecuencias devastadoras no solo para Alemania, sino para el mundo entero.
Durante la década de 1930, Alemania vio el ascenso de un régimen ultranacionalista y autoritario que utilizó el odio étnico y la división social para consolidar su poder, culminando en el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Hoy, con líderes como Björn Höcke, de AfD, defendiendo ideas de nacionalismo étnico y revisionismo histórico, se revive un discurso peligroso que amenaza con fracturar nuevamente la sociedad alemana.
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