Putin amenaza con una guerra nuclear mientras Ucrania destruye sus municiones
El presidente ruso, Vladimir Putin, recientemente “esbozó los enfoques” de una nueva edición de los Fundamentos de la política estatal sobre el uso de armas nucleares
Rusia ha adaptado su doctrina de respuesta nuclear a la amenaza específica de los ataques de largo alcance que enfrenta desde Ucrania, mientras las fuerzas de Kiev demostraron durante la semana pasada el efecto devastador que tales ataques pueden tener sobre las infrastructuras bélicas de Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin, recientemente “esbozó los enfoques” de una nueva edición de los Fundamentos de la política estatal sobre el uso de armas nucleares, escribió el miércoles en Telegram su mano derecha, el jefe adjunto del Consejo de Seguridad Nacional, Dmitry Medvedev.
“Un lanzamiento masivo y el cruce de nuestra frontera con armas aeroespaciales enemigas, incluidos aviones, misiles y vehículos aéreos no tripulados, puede, en determinadas condiciones, convertirse en la base para el uso de armas nucleares”, escribió el expresidente ruso.
“La agresión contra Rusia por parte de un estado no poseedor de armas nucleares, pero con el apoyo o participación de un país con armas nucleares, será considerada un ataque conjunto”, añadió Medvedev.
Estos perfiles de amenaza están hechos exactamente para describir a Ucrania, que renunció a las armas nucleares en 1994, pero cuenta con el apoyo de estados con armas nucleares como el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos, y a la que se le ha prohibido usar armas suministradas por Occidente para atacar el interior de Rusia. Putin ya ha dicho que el uso de esas armas pondría a Rusia en guerra con la OTAN.
La última medida parece diseñada para refrescar la amenaza de un primer ataque. Funcionarios rusos dijeron recientemente a The Washington Post que las amenazas, repetidas con frecuencia, se habían vuelto triviales con el uso excesivo y que “no asustan a nadie” en Occidente.
Ucrania ha utilizado drones de su propia fabricación para atacar centros logísticos rusos y el sábado recordó a Rusia lo que podría lograr incluso sin utilizar los misiles de crucero Storm Shadow suministrados por Gran Bretaña y los misiles tácticos del ejército (ATACMS) suministrados por Estados Unidos.
Los operadores de drones de inteligencia militar y de fuerzas especiales atacaron depósitos de municiones rusos en Tikhoretsk, en el Krai de Krasnodar, a 300 kilómetros al sureste del territorio libre ucraniano, y en Toropets, en Tver, a 500 kilómetros al norte de Ucrania.
El Estado Mayor de Ucrania estimó que el ataque de Tikhoretsk destruyó 2.000 toneladas de municiones.
El jefe de inteligencia de Estonia, el coronel Ants Kiviselg, dijo que el ataque de Toropetsk puede haberle costado al ejército ruso suministros para tres meses.
“Han explotado 30.000 toneladas de municiones, es decir, 750.000 proyectiles”, declaró Kiviselg a la agencia de noticias ERR. “Se trata, en realidad, de un suministro de municiones para dos o tres meses. Como resultado de este ataque, la Federación Rusa ha sufrido pérdidas de municiones y veremos las consecuencias de esta pérdida en el frente en las próximas semanas", agregó.
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