La extrema derecha vuelve a Austria y sigue ganando terreno en Europa: así está el panorama
Desde la Segunda Guerra Mundial no ganaba en partido de extrema derecha en dicho país
Este domingo, las elecciones de Austria han dado como ganador al FPÖ, en una votación que marca un nuevo avance de la ultraderecha en Europa. El partido, liderado por Herbert Kickl, alcanzó un 29% de los votos, lo que lo convierte en la fuerza política más votada del país. Este resultado ha sido impulsado por un profundo descontento social debido a la recesión económica y al aumento del desempleo, factores que el FPÖ ha capitalizado con un discurso radical y antiinmigración. La victoria del FPÖ en Austria supone además el retorno de la extrema derecha al poder en el país por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
El FPÖ, que creció 12 puntos respecto a las elecciones anteriores, ha colocado a Herbert Kickl en una posición que podría convertirlo en el próximo canciller federal. Sin embargo, este escenario es motivo de preocupación, ya que el partido promueve políticas de expulsión de migrantes bajo el nombre de "Remigration", una postura que algunos críticos vinculan con el neonazismo. Pese a que el FPÖ ha formado parte de gobiernos en el pasado, nunca ha liderado uno, y los principales partidos, como el conservador ÖVP y los socialdemócratas del SPÖ, han dejado claro su rechazo a pactar con ellos.
El panorama político en Austria es incierto, con los conservadores del ÖVP obteniendo un 26% de los votos y los verdes un 8%, cifras que no les permiten mantener la mayoría parlamentaria. El SPÖ, con un 21%, registró su peor resultado histórico, mientras que los liberales de NEOS alcanzaron un 9%. Ante la falta de opciones claras para formar un gobierno estable, se baraja la posibilidad de una Gran Coalición entre conservadores y socialdemócratas o un tripartito con NEOS. El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ha manifestado su oposición a que Kickl asuma la cancillería, lo que añade más tensión a la ya complicada situación. De cara al futuro, el rendimiento económico de Austria será clave para determinar si el FPÖ logra consolidar su base electoral en torno al 30% o si se enfrenta a un desgaste político.
Los países europeos con una mayor representación de la extrema derecha
En Hungría, el Fidesz, liderado por Viktor Orbán, ha establecido un gobierno con un claro enfoque nacionalista y autoritario. Orbán ha sido un firme opositor a las políticas migratorias de la Unión Europea y ha promovido reformas que han debilitado las instituciones democráticas del país. Con un discurso que mezcla la defensa de la soberanía nacional y el rechazo a la inmigración, Hungría se ha convertido en un referente para otros movimientos de ultraderecha en Europa.
En Polonia, el partido Ley y Justicia (PiS) ha consolidado su poder a lo largo de los últimos años. Con una agenda conservadora y fuertemente nacionalista, el PiS ha implementado medidas que han generado tensiones con la Unión Europea, en particular sobre temas relacionados con la independencia del poder judicial y la libertad de prensa. La retórica antiinmigración y en contra de los derechos LGTBI también es un pilar de su plataforma.
Italia, bajo el liderazgo de Giorgia Meloni, ha seguido una trayectoria similar con Hermanos de Italia, un partido de raíces postfascistas. Meloni se convirtió en primera ministra en 2022, y desde entonces ha adoptado un enfoque duro en cuestiones de inmigración, endureciendo las políticas fronterizas del país. Su gobierno ha promovido un discurso de defensa de los valores tradicionales italianos y de euroescepticismo moderado, aunque ha suavizado algunos de los aspectos más extremos de su retórica para atraer a un electorado más amplio.
En Francia, Marine Le Pen no ha logrado gobernar, pero su partido, el Rassemblement National, ha conseguido avances electorales importantes, sobre todo en las elecciones presidenciales de 2022. Su discurso se centra en la soberanía nacional y la limitación de la inmigración, y ha conseguido captar a una base significativa de votantes descontentos con el establishment político francés. Aunque no ha alcanzado la presidencia, su influencia en el debate público es innegable.
En Suecia, los Demócratas Suecos han ganado terreno en los últimos años, hasta convertirse en una de las fuerzas políticas más influyentes del país. Aunque no lideran el gobierno, han logrado acuerdos políticos que les han dado un poder considerable. El avance de este partido refleja el crecimiento de la ultraderecha incluso en países nórdicos, tradicionalmente asociados con políticas progresistas y de bienestar social.
En otros países europeos, la ultraderecha sigue en ascenso. En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) ha aumentado su popularidad, especialmente en los estados del este, y aunque todavía no ha logrado acceder al gobierno federal, su retórica antiinmigración y euroescéptica ha calado en sectores importantes de la sociedad. En España, VOX ha incrementado su presencia parlamentaria y ha formado parte de gobiernos regionales, consolidándose como una fuerza política relevante con un discurso patriótico y en contra de la inmigración que resuena entre una parte considerable del electorado. En Finlandia, el Partido de los Finlandeses también ha ganado terreno en la política nacional y ha formado parte de coaliciones de gobierno en el pasado, consolidando su influencia en la toma de decisiones del país.
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