El motivo de la muerte del exprimer ministro escocés Alex Salmond

El mundo de la política del Reino Unido (y por extensión, de Europa) quedó conmocionado el pasado sábado 12 de octubre cuando se conoció la muerte de quien fuera primer ministro escocés, Alex Salmond, tras un discurso en Macedonia del Norte.

El antiguo líder del Scottish National Party (SNP), impulsor del referéndum de autodeterminación de Escocia que fracasó años atrás, sufrió un infarto que le causó la muerte por el esfuerzo que tuvo que hacer mientras abría un bote de ketchup.

Algunos testigos que estaban comiendo en el mismo salón aseguran que Salmond se ofreció a ayudar a una compañera de partido que estaba teniendo problemas para poder abrir este envase de salsa de tomate. Sin embargo, la fuerza que tuvo que aplicar al envase para tratar de abrirlo fue excesivo y terminó padeciendo este episodio cardiaco que le costó la vida.

Cuando Salmond colapsó y cayó al suelo, tras lo que se dio la alerta, llamando a los servicios de emergencias, que se desplazaron al lugar con la mayor presteza posible. Los sanitarios normacedonios estuvieron haciéndole la reanimación cardiopulmonar al histórico dirigente escocés, pero sus esfuerzos tratando de salvarle la vida fueron infructuosos.

El líder de la Escocia más efervescente por la independencia

Salmond estuvo al frente del SNP en el momento en que el independentismo tuvo un mayor apoyo y una mayor efervescencia en Escocia. 

De hecho, fue en su mandato, que osciló entre 2007 y 2014, cuando se celebró el referéndum de autodeterminación del país, para tratar de independizarse del Reino Unido.

Sin embargo, el 18 de septiembre de 2014, la fecha en la que se celebró esta consulta vinculante, el resultado no fue, ni de lejos, el que Salmond y el SNP hubieran querido; el sí a la autodeterminación de Escocia recibió el 44,7% de los apoyos, mientras que el no se impuso con claridad, con el 55,3%.

Tras estos malos resultados en la consulta, Salmond quiso asumir la responsabilidad por la negativa mayoritaria de la ciudadanía y presentó su dimisión, tanto como primer ministro de Escocia como de sus cargos en el partido.