El monte Fuji rompe un récord de hace más de 100 años: no se augura nada bueno

El monte Fuji, uno de los símbolos más icónicos de Japón, aún permanece sin su característica capa de nieve, algo inusual en esta época del año. Por lo general, las primeras nevadas cubren sus laderas alrededor del 2 de octubre; sin embargo, este año la nieve se ha retrasado más que nunca desde que comenzaron los registros en 1894. Yutaka Katsuta, meteorólogo japonés, atribuye este fenómeno a las temperaturas excepcionalmente altas que persistieron durante el verano y otoño, dificultando el descenso del aire frío necesario para la formación de nieve.

Este retraso histórico, que ha superado el récord anterior del 26 de octubre, podría estar vinculado al cambio climático, ya que Japón ha registrado dos veranos consecutivos con temperaturas inusualmente altas. Pese a esta demora, la Asociación Meteorológica de Japón prevé que la nieve cubra finalmente la cumbre del Fuji alrededor del 7 de noviembre, tras las lluvias de principios de mes.

Más allá de su fama como un símbolo cultural, el monte Fuji es un destino popular para el senderismo, con más de 220.000 personas que escalan la montaña anualmente, muchas de ellas para admirar el amanecer desde la cumbre. Sin embargo, el aumento del turismo en los últimos años ha generado preocupaciones sobre su impacto ambiental, lo que llevó a la implementación de una tarifa de entrada y un límite diario de visitantes para proteger el entorno.

El Fuji, cuyo perfil simétrico ha sido plasmado en numerosas obras de arte, se cubre de nieve gran parte del año, salvo en verano, cuando las condiciones permiten el ascenso. La ausencia de nieve en sus laderas este otoño pone de relieve los efectos de las temperaturas extremas, haciendo que muchos se pregunten sobre el futuro de esta icónica montaña en el contexto del cambio climático.