VÍDEO: Cazan al primer ministro de Japón quedándose dormido... ¡en su propia reelección!
Nobuyuki Baba, líder del partido, calificó la siesta como "inapropiada", subrayando la seriedad del momento
El Primer Ministro de Japón, Shigeru Ishiba, fue captado durmiendo durante su propia reelección en el parlamento, un momento que generó una ola de comentarios y críticas. Según un portavoz del gobierno, Ishiba se quedó dormido tras "trabajar hasta altas horas de la noche" y después de tomar medicamentos para el resfriado. Aseguraron que su estado de salud, salvo un resfriado, no es motivo de preocupación.
El secretario jefe del gabinete, Yoshimasa Hayashi, emitió un comunicado explicando que Ishiba había estado enfermo y bajo tratamiento para un resfriado. "Tengo entendido que hoy estaba resfriado y estaba tomando medicamentos para el resfriado", explicó Hayashi, restando importancia al episodio. Sin embargo, algunos líderes políticos no compartieron la misma indulgencia. Nobuyuki Baba, líder del partido, calificó la siesta como "inapropiada", subrayando la seriedad del momento. "Estábamos celebrando una elección para decidir el jefe de uno de los tres poderes del gobierno, por lo que creo que sería inapropiado que uno se tomara un descanso durante una elección así", criticó Baba.
El incidente ha traído a la memoria otros casos de figuras públicas que han sido sorprendidas en situaciones incómodas. Por ejemplo, este año, una abogada en Reino Unido casi perdió su trabajo tras quedarse dormida durante una audiencia judicial. Ramya Nagesh, la abogada en cuestión, se conectó a una audiencia virtual desde un hotel en Stockport, pero se quedó dormida durante dos horas mientras su cliente testificaba.
Nagesh explicó posteriormente que había sufrido un episodio de fatiga severa debido a una infección por COVID-19, deficiencia de vitamina D y un trastorno del sueño. La abogada aseguró que su agotamiento afectaba su memoria y cognición, lo que la llevó a quedarse dormida tras comer una papa al horno en su pausa de almuerzo. Aunque inicialmente afirmó que un fallo de Internet había sido el causante de su ausencia, luego admitió que pensaba que solo había dormido diez minutos.
Tanto en Japón como en otros lugares del mundo, estos episodios resaltan la presión constante a la que están sometidas las figuras públicas y el delicado equilibrio entre la exigencia profesional y la salud personal.
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