COP29: Las negociaciones climáticas se complican por la falta de consenso financiero
El borrador inicial del acuerdo, que era de nueve páginas, ha crecido hasta 25 páginas, reflejando la complejidad de los temas en juego
En la COP29, que se está celebrando en Bakú (Azerbaiyán), las negociaciones sobre el clima están en un momento crítico. A cuatro días de la conclusión de la cumbre, los representantes de casi 200 países todavía están lejos de alcanzar un acuerdo en temas clave, particularmente en relación con la financiación climática destinada a los países en desarrollo.
La meta es ambiciosa: recaudar hasta 1,3 billones de dólares anuales para apoyar la transición hacia energías limpias y adaptarse a los impactos del cambio climático, como inundaciones, sequías y olas de calor. Sin embargo, las diferencias persisten sobre la cantidad de fondos necesarios, quién debería aportar el dinero y cómo se gestionarán los recursos.
En medio de estas tensiones, Simon Stiell, jefe de clima de la ONU, instó a las naciones a superar sus diferencias. Advirtió sobre el riesgo de estancarse en discusiones interminables, lo que podría llevar a un fracaso similar al de Copenhague en 2009. Por su parte, el presidente de la cumbre, Mukhtar Babayev, reconoció la lentitud de los avances y urgió a los delegados a acelerar las negociaciones.
El borrador inicial del acuerdo, que era de nueve páginas, ha crecido hasta 25 páginas, reflejando la complejidad de los temas en juego. Aún no hay consenso sobre el nivel de financiación climática anual ni sobre quién debe asumir la mayor carga: ¿los países más ricos o también grandes emisores emergentes como China? Además, hay debates sobre si la ayuda debe incluir inversiones privadas, préstamos o proyectos de compensación de carbono.
La división no solo existe entre naciones ricas y en desarrollo, sino también dentro del propio bloque de países en desarrollo. Estados insulares vulnerables piden garantías específicas, mientras que un grupo de países africanos, liderado por Egipto, demanda un acceso más fácil a los fondos.
El resultado de la COP29 es incierto, pero la presión para alcanzar un acuerdo es alta. Un fracaso no solo empañaría la cumbre, sino que podría debilitar el compromiso global con el Acuerdo de París. Además, las próximas elecciones en Estados Unidos añaden incertidumbre, ya que la posible retirada del país del pacto climático podría complicar aún más la situación. A pesar de todo, algunos negociadores, como Wopke Hoekstra de la Unión Europea, expresaron su optimismo, confiando en que se logre un acuerdo en los últimos días de la cumbre.
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