La Presidencia de Rusia ha vuelto a dejar la puerta abierta este miércoles a contactos con el futuro presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, y ha acusado a la actual administración estadounidense, encabezada por Joe Biden, de querer alargar la guerra en Ucrania.
"El presidente (Vladímir Putin) ha dicho numerosas veces que está listo para que haya contactos y negociaciones", ha dicho el principal portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al señalar que a Moscú no le interesa que el conflicto se "congele", según las agencias rusas.
Moscú culpa a Kiev de la ruptura actual del diálogo, y amplía el foco hacia Washington. Peskov ha dicho que Biden hace "todo lo posible" para que no haya ningún adelanto diplomático hasta que deje el poder en enero, en alusión al permiso para el uso de misiles de largo alcance contra territorio ruso y al posible envío de minas antipersona.
El Gobierno de Rusia evita en cualquier caso relajar la ofensiva sobre Ucrania, iniciada en febrero del 2022 por orden de Putin. De hecho, las embajadas de EEUU y de varios países europeos, entre ellos España, han anunciado que cierran este miércoles por miedo a un ataque aéreo masivo.
Peskov evitó durante su comparecencia valorar estos cierres --"no es nuestra competencia", aseveró-- y dejó en manos del Ministerio de Defensa cualquier información relativa a lo que Moscú describe como una "operación militar especial".
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