Rusia ha vuelto a mostrar su músculo militar al lanzar un misil balístico intercontinental (ICBM) en un ataque contra Ucrania. Según fuentes ucranianas, el proyectil buscaba impactar en infraestructuras críticas y empresas de la ciudad de Dnipró, en el este del país. Este misil, que potencialmente puede alcanzar en minutos cualquier capital europea o estadounidense, es un recordatorio del alcance global de la amenaza que representan estas armas en el contexto del conflicto.
Un ataque con misiles de largo alcance
La Fuerza Aérea ucraniana confirmó el lanzamiento del misil desde Astracán, en el suroeste de Rusia, junto con otros siete misiles de crucero dirigidos a Dnipró. Aunque las defensas ucranianas derribaron seis de estos proyectiles, el daño causado por el ataque incluyó la destrucción parcial de un centro para personas con discapacidad y otras instalaciones civiles, dejando al menos dos heridos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, señaló que el uso de un misil de estas características refleja el "miedo" de Rusia en este momento del conflicto. Según Zelenski, Rusia está recurriendo a nuevas armas y estrategias, lo que demuestra que la guerra se ha convertido en un "campo de pruebas" para Moscú.
El RS-26 Rubezh: un misil con capacidad global
El misil utilizado en este ataque podría ser un RS-26 Rubezh, un modelo de ICBM que Rusia ha desarrollado y probado desde 2012. Este misil tiene una capacidad de alcance superior a los 5.800 kilómetros, lo que le permite llegar fácilmente a objetivos en Europa o América del Norte.
Con velocidades de hasta Mach 20 (24.500 km/h), estos misiles pueden impactar objetivos en cuestión de minutos. Su diseño incluye sistemas avanzados de guía, múltiples etapas de propulsión y la capacidad de transportar ojivas nucleares de hasta 800 kg. Estos factores hacen del RS-26 una de las armas más temidas en el arsenal ruso.
Distancias a las principales capitales
La capacidad de los misiles balísticos intercontinentales para alcanzar ciudades clave en Europa y Estados Unidos está determinada por la distancia y la velocidad. Desde Astracán, lugar de lanzamiento del misil:
- Madrid: A unos 3.900 km, un ICBM podría alcanzar la capital española en aproximadamente 8-10 minutos.
- Barcelona: un misil lanzado desde Astracán podría impactar en Barcelona en aproximadamente 9 minutos desde su lanzamiento, dependiendo de su trayectoria exacta y condiciones de vuelo
- Londres: A 3.000 km, el tiempo estimado sería de 6-8 minutos.
- París: A unos 3.100 km, el misil llegaría en menos de 8 minutos.
- Roma: A 2.700 km, podría ser impactada en apenas 6-7 minutos.
En el caso de las principales ciudades estadounidenses:
- Washington, D.C.: A más de 8.000 km, el misil tardaría entre 20 y 25 minutos.
- Nueva York: A una distancia similar, el tiempo sería aproximadamente el mismo.
El papel estratégico de los ICBMs
Los misiles balísticos intercontinentales son una piedra angular en la estrategia de disuasión nuclear, ya que pueden transportar múltiples ojivas nucleares hacia objetivos diferentes en un solo lanzamiento. Aunque su uso está regulado por tratados internacionales como el START, su existencia continúa siendo un elemento de presión en la geopolítica mundial.
El RS-26, lanzado desde silos, submarinos o sistemas móviles, tiene la flexibilidad de adaptarse a diferentes escenarios estratégicos. Esto subraya la capacidad de Rusia para proyectar poder militar más allá de sus fronteras inmediatas.
Una amenaza latente
El lanzamiento de un ICBM en el contexto del conflicto en Ucrania no solo busca causar daño local, sino enviar un mensaje a Occidente. Las capacidades de armas como el RS-26 recuerdan la vulnerabilidad de cualquier punto del planeta a un ataque balístico en cuestión de minutos, destacando la urgencia de resolver el conflicto y evitar una escalada que podría tener repercusiones globales.
Rusia ha dejado claro que posee las herramientas para atacar rápidamente a sus adversarios, mientras que la comunidad internacional enfrenta el desafío de contener una guerra con implicaciones que trascienden las fronteras de Ucrania.
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