¿Es posible construir un túnel que vaya del Reino Unido a EEUU y que un tren lo cruce en menos de una hora?
A modo de comparación, el Eurotúnel, que conecta Inglaterra y Francia, tiene un tramo subacuático de apenas 37 kilómetros y requirió seis años de trabajo y 4.600 millones de libras en su momento
La idea de un túnel que conecte Reino Unido y Estados Unidos ha sido un tema recurrente de especulación durante más de un siglo. Este proyecto, con un coste estimado de 15,6 billones de libras esterlinas, representaría un hito sin precedentes en la ingeniería moderna, reduciendo el tiempo de viaje entre Londres y Nueva York a tan solo 54 minutos mediante trenes de alta velocidad o "vactrains" que alcanzarían 8.000 kilómetros por hora. Sin embargo, la factibilidad técnica y económica de esta idea plantea enormes desafíos.
Construir un túnel de más de 5.400 kilómetros bajo el Atlántico sería una proeza titánica. A modo de comparación, el Eurotúnel, que conecta Inglaterra y Francia, tiene un tramo subacuático de apenas 37 kilómetros y requirió seis años de trabajo y 4.600 millones de libras en su momento. Un túnel transatlántico tendría que enfrentarse a profundidades de hasta varios kilómetros, soportando enormes presiones submarinas, sismos y corrientes oceánicas. Además, el transporte de materiales, el ensamblaje de segmentos prefabricados y la implementación de sistemas de seguridad serían logísticamente complejos.
Desde una perspectiva económica, el coste de construcción es astronómico, y la rentabilidad del proyecto es cuestionable. Aunque la tecnología de los "vactrains" podría revolucionar el transporte, aún está en fases experimentales. Además, las posibles ganancias derivadas del transporte rápido entre ambos continentes tendrían que competir con el bajo coste y la flexibilidad del transporte aéreo actual.
Por otro lado, un túnel submarino entre Europa y África parece un proyecto más tangible. La Sociedad Nacional de Estudios del Estrecho de Marruecos (SNED) está evaluando la viabilidad de un enlace que conectaría Tarifa con Malabata a través del Estrecho de Gibraltar. Este túnel tendría un tramo submarino de 27 kilómetros a una profundidad máxima de 475 metros. Aunque se trata de una obra ambiciosa, su escala y coste estimado (6.000 millones de libras) son mucho más manejables.
Por lo tanto, un túnel entre Reino Unido y Estados Unidos sigue siendo un sueño futurista debido a sus insuperables desafíos técnicos y económicos. Sin embargo, proyectos como el túnel del Estrecho de Gibraltar demuestran que la infraestructura submarina tiene un futuro prometedor para conectar continentes, siempre y cuando se mantengan los pies en la tierra y los objetivos sean realistas.
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