Descubren fosas comunes en Siria: más de 100.000 torturados y asesinados bajo el régimen de Assad
Un fiscal internacional denuncia una 'maquinaria de muerte' organizada por el Estado, comparándola con las atrocidades nazis
Un fiscal internacional de crímenes de guerra ha revelado nuevas pruebas de fosas comunes en Siria, describiendo una "maquinaria de muerte" dirigida por el derrocado líder Bashar al-Assad. Se estima que más de 100.000 personas fueron torturadas y asesinadas desde el año 2013.
El ex embajador de Estados Unidos para crímenes de guerra, Stephen Rapp, quien lideró los procesos judiciales en Ruanda y Sierra Leona, visitó recientemente dos fosas comunes ubicadas en las ciudades de Qutayfah y Najha, cerca de Damasco. En declaraciones a Reuters, Rapp afirmó:
"Sin duda tenemos más de 100.000 personas que desaparecieron y fueron torturadas hasta la muerte en esta máquina. No hemos visto nada parecido desde los nazis."
Según Rapp, el aparato de represión incluía desde la policía secreta, que detenía a personas en sus calles y hogares, hasta los carceleros e interrogadores que aplicaban torturas y hambre extrema a los prisioneros. Luego, camioneros y operadores de excavadoras ocultaban los cuerpos en grandes fosas.
Pruebas y testimonios desgarradores
Residentes sirios que viven cerca de las fosas describen haber visto un flujo constante de camiones frigoríficos entregando cadáveres para enterrarlos en trinchas excavadas con maquinaria pesada. En Qutayfah, varios testigos hablaron de manera anónima por temor a represalias. Uno de ellos calificó el sitio como "el lugar de los horrores".
Imágenes satelitales analizadas por Reuters muestran que las excavaciones masivas comenzaron entre 2012 y 2014 y continuaron hasta 2022. Fotografías capturadas por la empresa Maxar evidencian la presencia de excavadoras, grandes trincheras y camiones de carga en estos cementerios clandestinos.
Desapariciones y búsqueda de justicia
Omar Hujeirati, un ex líder de las protestas contra el régimen de Assad, cree que varios de sus familiares, incluidos dos hijos y cuatro hermanos, podrían estar enterrados en la tumba de Najha. Sus seres queridos desaparecieron tras participar en manifestaciones pacíficas contra el gobierno.
"Ese fue mi pecado, lo que hizo que se llevaran a mi familia. Estas masacres son inaceptables para cualquier persona con humanidad."
Hujeirati insistió en la necesidad de justicia y transparencia:
"Queremos que organizaciones respetables vengan para que esto no se encubra. Si no hay un proceso judicial claro, la gente tomará el asunto en sus propias manos."
Comparación con las atrocidades nazis
Rapp subrayó que las dimensiones del sistema represivo son comparables a las prácticas del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, destacando la participación de miles de personas en la cadena de tortura y asesinato: desde el arresto de los detenidos hasta su ocultamiento en fosas comunes.
Las pruebas presentadas reabren un debate global sobre la responsabilidad del régimen sirio en crímenes de lesa humanidad. Grupos de derechos humanos y organizaciones internacionales exigen que los responsables enfrenten juicios internacionales para garantizar que las víctimas obtengan justicia y que estas atrocidades no queden impunes.
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