El principal representante de la comunidad drusa del Líbano se reúne con el líder yihadista sirio

El gran referente de la comunidad drusa del Líbano, el diputado y expresidente del Partido Social Progresista, Walid Jumblatt, ha mantenido este domingo una reunión con el líder yihadista sirio, Abu Mohammad al-Julani, para gestionar la situación de esta minoría en el país al inicio de una nueva era sin el expresidente sirio Bashar al-Assad.

El veterano Jumblatt, de 75 años, es el político libanés más destacado que ha visitado Siria desde la caída de la dinastía Al-Assad, a quien el político druso ha acusado del asesinato de su padre, el histórico Kamal Youmblat, asesinado a tiros en 1977, supuestamente por orden del tío del expresidente, Rifaat al-Assad.

Los drusos forman una parte destacada de la variedad de actores que actualmente luchan por hacerse un espacio en la nueva Siria que ha comenzado sin el presidente Bashar al-Assad.

Combatientes drusos, enemigos viscerales de Al-Assad, se incorporaron desde el sur a la ofensiva relámpago liderada el mes pasado por el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham, que lidera Al-Julani. De hecho, llegaron incluso antes que los integristas a la capital del país, Damasco, en las horas previas a la caída de la ciudad.

Los drusos están muy preocupados porque Israel ha aprovechado para entrar en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, muy próxima a sus comunidades, por primera vez desde el fin de la guerra árabe-israelí de 1973 bajo el argumento de una medida de seguridad fronteriza necesaria.

En su encuentro, retransmitido por la cadena Syria TV, el líder yihadista, que busca congraciarse con la comunidad internacional, ha prometido el fin de la intervención siriana en los asuntos internos del Líbano y un proceso de diálogo para proteger a la comunidad drusa del país.

"Siria ha sido una fuente de preocupación y perturbación en el Líbano. El régimen anterior, junto con las milicias iraníes, dispersaron a la comunidad drusa en Siria", explicó Jumblatt durante la reunión.

"Esperamos que las relaciones entre el Líbano y Siria vuelvan a la normalidad a través de las relaciones diplomáticas y que todos los criminales contra los libaneses rindan cuentas por sus actos", añadió antes de pedir el establecimiento de "tribunales justos para los que hayan cometido delitos contra el pueblo sirio y para que las prisiones del régimen no sean más que museos de la historia".