El Mediterráneo sigue cobrando vidas: más de 2.200 muertes de migrantes en 2024

Más de 2.200 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo en lo que va de 2024, según cifras de Unicef, que denuncian el peligro mortal que enfrentan miles de migrantes que huyen de la pobreza y los conflictos en África y Oriente Medio. El último episodio trágico ocurrió en la víspera de Año Nuevo, cuando 20 personas fueron reportadas como desaparecidas tras un naufragio frente a la costa de Libia.

A pesar de las condiciones extremadamente peligrosas, con mares agitados y embarcaciones precarias, algunos sobrevivientes logran escapar. Entre ellos se encontraba un niño sirio de 8 años que, junto a otros seis adultos, fue rescatado por la policía italiana cerca de Lampedusa, luego de haber estado a la deriva durante horas. Sin embargo, la gran mayoría de los migrantes que intentan cruzar el Mediterráneo no tienen la misma suerte.

Este desastre forma parte de una tendencia más amplia. Según Unicef, casi 1.700 de las muertes de este año ocurrieron en la ruta central del Mediterráneo, una de las más mortales del mundo. La mayoría de las víctimas son personas que huyen de la violencia y la pobreza, incluidos cientos de niños que representan una de cada cinco personas que migran por esta peligrosa vía.

La situación empeora con las políticas migratorias de Europa. A pesar de los acuerdos con Libia y Túnez para reducir los viajes por mar, los migrantes continúan arriesgando sus vidas en busca de refugio en Europa, a pesar de las promesas de un mayor control y menos embarcaciones que salgan. En respuesta a esta crisis humanitaria, se han registrado múltiples naufragios, y en varios casos, las autoridades han sido acusadas de negligencia, como el caso de un naufragio en Lampedusa que resultó en la muerte de 21 personas debido a la demora en el rescate.

El número de muertes en el Mediterráneo no muestra signos de disminuir. Con políticas más estrictas y acuerdos que aún no han tenido el efecto deseado, los migrantes siguen arriesgando todo por una oportunidad de vivir, mientras que la comunidad internacional lucha por encontrar una solución efectiva y humana a esta crisis.