Última hora de la salud del Papa: informan que ya se puede poner en pie
Este miércoles, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, fue la primera en visitar al Papa fuera de su círculo cercano
El Papa Francisco fue ingresado el viernes 16 de febrero debido a síntomas de bronquitis. Posteriormente, los médicos confirmaron que su diagnóstico era neumonía bilateral. Actualmente, se encuentra bajo tratamiento médico especializado para tratar esta enfermedad, lo que ha provocado su hospitalización. A pesar de su estado de salud, los informes indican que el Papa ha tenido una noche tranquila y que su corazón está respondiendo positivamente a los tratamientos que se le están administrando.
El Papa sigue respirando de manera autónoma según ha informado el Vaticano y, en ocasiones, se levanta y se sienta en un sillón dentro de su habitación en la décima planta del hospital. Esto muestra que su estado no ha empeorado, aunque los médicos le han indicado un descanso absoluto para garantizar su recuperación. Durante este tiempo, el Papa no ha recibido visitas fuera de sus secretarios, quienes le entregan documentos necesarios para la gestión de sus funciones. Sin embargo, este miércoles, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, fue la primera en visitar al Papa fuera de su círculo cercano. Meloni describió al Papa como "atento y receptivo" y destacó que "no ha perdido su sentido del humor", lo cual es una señal positiva de su estado anímico.
El equipo médico ha indicado que, debido a su condición, el Papa no debe salir al aire libre, ni siquiera para tomar un poco de aire fresco, a fin de evitar cualquier complicación. Además de los tratamientos médicos, el Papa ha recibido apoyo en su recuperación de una forma muy especial: varias familias de niños hospitalizados en oncología han enviado cartas y dibujos, lo que sin duda ha sido un gesto reconfortante.
Como medida preventiva para evitar cualquier tipo de estrés, la agenda del Papa ha sido cancelada hasta el domingo 25 de febrero. No participará en ningún acto oficial hasta al menos esa fecha, lo que refuerza la importancia de su descanso total.
A pesar de su estado de salud, persisten especulaciones sobre una posible renuncia del Papa, dada su avanzada edad (88 años) y las circunstancias actuales. No obstante, hasta el momento no se ha confirmado ninguna decisión sobre este tema.
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