Más de 1.000 muertos en dos días de enfrentamientos en Siria, ¿Otra guerra civil?
Violencia en Latakia deja cientos de civiles asesinados en ejecuciones masivas
La violencia ha vuelto a sacudir Siria con una de las cifras de muertos más altas desde el inicio de la guerra en 2011. En solo dos días, más de 1.000 personas han perdido la vida en la provincia de Latakia, en el noroeste del país, tras intensos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad sirias y combatientes leales al antiguo régimen de Bashar al-Assad. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, entre los fallecidos hay al menos 745 civiles, la mayoría de ellos ejecutados en asesinatos por venganza. Además, 125 miembros de las fuerzas de seguridad y 148 combatientes pro-Assad también murieron en los combates, elevando la cifra total a más de 1.000 víctimas fatales.
Un estallido de violencia en Latakia
Los enfrentamientos comenzaron el jueves cuando grupos armados leales a Assad tendieron una emboscada a las fuerzas de seguridad en la ciudad de Jableh, un punto estratégico en la costa de Latakia. La ofensiva se convirtió en un conflicto a gran escala cuando combatientes rebeldes islamistas, que controlan el gobierno actual tras la caída de Assad hace tres meses, respondieron con fuerza. El ataque ha sido descrito como el mayor desafío al nuevo gobierno islamista en Siria hasta la fecha. En respuesta, las autoridades pidieron refuerzos, lo que llevó a la llegada de miles de combatientes desde otras partes del país. Sin embargo, aunque oficialmente operan bajo el nuevo gobierno, muchas de estas milicias tienen un historial de violaciones a los derechos humanos y actúan con relativa independencia, lo que ha intensificado el caos en la región.
El temor a nuevas masacres
A medida que la violencia continúa, la comunidad internacional observa con preocupación la situación en Siria. La brutalidad de los asesinatos y el alto número de víctimas civiles han generado alarma sobre la posibilidad de que se produzcan nuevas masacres y represalias. Los residentes de Latakia han huido en masa ante el temor de nuevos ataques, mientras que organizaciones de derechos humanos advierten que la crisis humanitaria podría agravarse si la violencia no cesa pronto. Hasta el momento, las estimaciones sobre el número total de muertos siguen variando, y algunos observadores creen que la cifra real podría ser aún mayor. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro de Siria crece, en un conflicto que, lejos de llegar a su fin, parece estar entrando en una nueva y peligrosa fase.
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