Portugal, camino de las urnas: ¿cuándo tendrán que votar sus ciudadanos?

Tras la caída del Gobierno de Luís Montenegro y la pérdida de confianza parlamentaria, Portugal se encamina a unas nuevas elecciones anticipadas. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa ha fijado la cita con las urnas para el próximo 18 de mayo, una fecha consensuada por la mayoría de las fuerzas políticas, tras semanas de incertidumbre sobre el futuro del Ejecutivo.

La decisión llega después de que el Consejo de Estado diera luz verde a la disolución del Parlamento, en cumplimiento de lo estipulado por la Constitución. Con este paso, Rebelo de Sousa suma ya 10 disoluciones de las cámaras desde que asumió la presidencia en 2016, tres de ellas solo en los últimos tres años. Un reflejo de la inestabilidad política que atraviesa el país.

El mandatario ha subrayado que los intentos de alcanzar un acuerdo político que evitase las elecciones fracasaron por completo. "Todos los esfuerzos han resultado imposibles", reconoció. Ante esta situación, los partidos optaron "por unanimidad" por convocar a los ciudadanos a las urnas, en un proceso electoral que el presidente espera se desarrolle de manera "serena, digna y respetuosa de las diferencias", tal como expresó en su declaración recogida por la radiotelevisión pública RTP.

Entre las primeras reacciones, el líder del Partido Comunista de Portugal (PCP), Paulo Raimundo, afirmó que su formación está lista para asumir "las responsabilidades que el pueblo le otorgue". Desde el CDS-PP, socio de la coalición de gobierno saliente, se reivindicó el trabajo del Ejecutivo de Montenegro, defendiendo que "merece ser restituido".

La moción de confianza a la que se sometió Montenegro el pasado martes 11 en el Parlamento fue el detonante de esta nueva crisis institucional, al confirmarse la pérdida del respaldo mayoritario de la Cámara. Desde entonces, la discusión se centraba en la fecha de los comicios. Aunque inicialmente se manejaba el 11 de mayo como posible opción, finalmente el consenso se inclinó hacia el 18 de mayo, evitando coincidir con eventos de gran convocatoria popular como el partido de fútbol entre Benfica y Sporting o la tradicional peregrinación a Fátima.

Con la fecha ya fijada, Portugal se prepara para una nueva jornada electoral que marcará el rumbo político del país en los próximos años.