Trump ordena el cierre del Departamento de Educación de Estados Unidos
El presidente de EE.UU. busca eliminar instituciones clave sin pasar por el Congreso, generando alarma en la oposición
En una polémica jugada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el jueves una orden ejecutiva que instruye a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a iniciar el desmantelamiento del Departamento de Educación de Estados Unidos. Con esta medida, busca reducir drásticamente las funciones del organismo sin necesidad de la aprobación del Congreso.
Durante la ceremonia de firma en la Casa Blanca, Trump argumentó que el departamento ha duplicado su presupuesto sin mejoras en los puntajes de las pruebas nacionales, y reiteró su compromiso de devolver el control de la educación a los estados. “Mi administración tomará todas las medidas legales para cerrar el departamento. Lo cerraremos y lo haremos lo más rápido posible. No nos beneficia en absoluto”, afirmó.
La orden ejecutiva insta a McMahon a tomar todas las acciones necesarias para cerrar funciones clave del departamento. Trump incluso sugirió que espera que McMahon sea la última secretaria de Educación de la nación. Mientras tanto, la Casa Blanca asegura que programas esenciales como el Título I (para escuelas en comunidades de bajos ingresos) y los préstamos estudiantiles federales no se verán afectados, aunque persisten dudas sobre el alcance real de la medida.
La oposición demócrata ha reaccionado con indignación, advirtiendo que la eliminación del departamento pondría en riesgo a millones de estudiantes y docentes. “Cerrar el Departamento de Educación perjudicará a millones de niños en las escuelas públicas de nuestro país, a sus familias y a sus dedicados maestros”, expresó Hakeem Jeffries, líder de la minoría en la Cámara de Representantes.
El plan de Trump sigue el modelo del "Proyecto 2025" de la Heritage Foundation, que busca reestructurar el gobierno federal y reducir el papel de las agencias gubernamentales. Dentro de esta estrategia, se contemplan medidas como la reasignación de fondos educativos directamente a los estados y la promoción de vales escolares, una política ampliamente respaldada por los conservadores.
La medida también se suma a otras decisiones recientes de Trump en materia educativa, como la firma de órdenes ejecutivas para promover la libre elección de escuela y la eliminación de programas de diversidad e inclusión. Además, su administración ha reducido drásticamente la plantilla del departamento y cancelado múltiples subvenciones y contratos.
El cierre del Departamento de Educación ha sido un objetivo recurrente dentro del ala más conservadora del Partido Republicano desde la década de 1980. Sin embargo, los intentos previos han fracasado debido a la fuerte oposición y a la dependencia de muchas escuelas de la financiación federal.
Ahora, con una base republicana más movilizada y un electorado dividido, Trump podría estar más cerca que nunca de lograr su objetivo. La pregunta sigue siendo: ¿cómo impactará esto en el futuro de la educación pública en EE.UU.?
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