Trump se ríe de los líderes mundiales: "Me besan el culo"
El presidente se jacta en público mientras la economía mundial tiembla y los aliados se humillan para evitar el castigo comercial
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a hacer gala de su arrogancia sin límites. Durante un discurso celebrado en el Comité Nacional Republicano, en Washington, este martes por la noche, Trump aseguró que “estos países nos están llamando. Están besándome el culo, se mueren por llegar a un acuerdo. 'Por favor, por favor, señor, lleguemos a un acuerdo, haré cualquier cosa, haré cualquier cosa, señor'", dijo sin ruborizarse, en referencia a las conversaciones con líderes internacionales por la retirada de los aranceles impuestos por su administración.
Sí, lo dijo tal cual. "Me besan el culo". Y no, no lo dijo en privado, ni en una conversación filtrada. Lo proclamó ante los suyos, con total orgullo y sin una pizca de diplomacia. Como si estuviera hablando de subordinados, no de países soberanos.
Trump presume: casi 70 países suplican a Washington por alivio
Horas antes, en un acto en la Casa Blanca, el presidente afirmó que “casi 70 países ya se habían puesto en contacto” con su administración para negociar la retirada de los aranceles que entraron en vigor la semana pasada. Según Trump, “estamos haciendo un gran trabajo y vamos a cerrar lo que yo llamo acuerdos a medida, no de los que se compran ya hechos. Son acuerdos altamente personalizados".
Enumeró con orgullo los países que —según él— están viniendo "volando" a Estados Unidos para rogar por un trato: “En este momento, Japón está volando hasta aquí para llegar a un acuerdo. Corea del Sur también está viniendo, y otros países están haciendo lo mismo”.
Aranceles globales: una sacudida sin precedentes
Estas declaraciones coinciden con la entrada en vigor de una oleada de nuevos aranceles, que Trump anunció el pasado 2 de abril, en lo que llamó el "Día de la Liberación". Ese día impuso un arancel global del 10% a todos los países con los que EE.UU. mantiene relaciones comerciales, además de sanciones específicas, como un 50% adicional para China, lo que eleva el total al 104%.
A la Unión Europea le ha tocado un castigo del 20%, mientras que economías altamente dependientes de la exportación como Vietnam (46%), Taiwán (32%), India (27%), Corea del Sur (25%) y Japón (24%) ven cómo sus productos se encarecen brutalmente en el mercado estadounidense.
“Ya estamos recibiendo dinero. 2.000 millones al día”
Con su habitual tono triunfalista, Trump se vanagloria de los ingresos que estos aranceles están generando:
“No hay prisa, ya que Estados Unidos ya está recibiendo dinero gracias a los aranceles que las empresas deben abonar en las aduanas para introducir productos extranjeros. Estados Unidos está ingresando 2.000 millones de dólares al día. Es mucho dinero. Y Estados Unidos va a volver a ser muy rico, muy pronto. Lo van a ver”.
Además, volvió a acusar a otros países de haber abusado de EE.UU. durante años, señalando directamente a China, de quien dijo:
“Se ha aprovechado de nuestro país, lo ha estafado y lo ha dejado por muerto, hasta que yo regresé al poder”.
¿Aliados o súbditos? El mundo, humillado
Mientras Ursula Von der Leyen y Xi Jinping escenifican un acercamiento en busca de alivio ante esta guerra comercial desatada por EE.UU., el mensaje de Trump es claro: el mundo se arrodilla ante él o paga las consecuencias.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afín a Trump, tiene previsto viajar a Washington la próxima semana para sumarse al desfile de delegaciones humilladas que buscan salvar sus exportaciones.
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