Condenados a una muerte lenta: así mata el régimen cubano a sus presos políticos

La asociación Prisioners Defenders ha documentado en su último informe mensual el aumento a 1.152 presos políticos en Cuba, donde la represión no solo no cesa, sino que se perfecciona con torturas, golpizas y condiciones carcelarias inhumanas.

Claves de una realidad escondida:

• Fraude en "excarcelaciones": Los 230 presos liberados en marzo siguen bajo régimen carcelario domiciliario, con trabajos forzados y amenazas de revocación. Uno de ellos, Jaime Rodríguez Firdó, ya fue reencarcelado por negarse a ser agente encubierto de la Seguridad del Estado.
• Presos en riesgo de muerte: 473 prisioneros padecen enfermedades graves sin atención médica. Casos como el de Loreto Hernández (sacerdote y líder yoruba con cardiopatía y desnutrición) o Alexander Díaz (con cáncer terminal y vomitando sangre) exponen la tortura por negligencia.
• Nuevas detenciones arbitrarias: 8 activistas más se sumaron en marzo a la lista, acusados de "propaganda contra el orden constitucional" por publicar en redes sociales. Entre ellos, Yaser García López y el padre e hijo Sergey y Yamislán Pozo, detenidos sin abogado.
• Violencia en prisiones: En Melena del Sur, presos como Juan Enrique Pérez (que se cosió la boca en protesta) fueron brutalmente golpeados. Otros, como Aníbal Yasiel Jacinto, enfrentan represalias por exigir medicamentos.

El 67% de los 706 presos en cárceles físicas sufren enfermedades graves, agravadas por hacinamiento, falta de agua y brotes de tuberculosis. El régimen niega licencias médicas, condenándolos a una muerte lenta.

¿Dónde está la Comunidad Internacional?

Mientras la Unión Europea mantiene acuerdos con Cuba, organizaciones como la ONU documentan estas violaciones sin acciones concretas. Prisioners Defenders exige:
✔️ Presión internacional para liberar a presos políticos.
✔️ Investigación por crímenes de lesa humanidad.
✔️ Fin al trabajo forzado y al hostigamiento a excarcelados.