¿Las baterías de sal marina sustiturán a las de litio en el futuro?
Las baterías de sales comunes no son nuevas, se conocen desde hace más de 50 años, se emplean sales fundidas como electrolito, y ofrecen tanto una alta densidad de energía como una alta densidad de potencia, y soportan bien los ciclos de carga y descarga, precisamente lo que hace superiores a las baterías de litio en la actualidad.
En diciembre, científicos de la Universidad de Sidney en Australia anunciaron un gran avance. Utilizando la pirólisis y electrodos de carbono mejoraron la reactividad del azufre y la reversibilidad de las reacciones entre el azufre y el sodio, consiguiendo una batería de sales que tenía cuatro veces la capacidad de las baterías de Litio y una mayor vida útil.
Las ventajas de estas baterías, cuando se hagan viables comercialmente, son muchas porque el sodio se extrae del agua del mar, y el azufre se encuentra en abundancia en todo el mundo. De esta manera los materiales para las baterías eléctricas dejarán de ser estratégicos.
Además, el sodio y el azufre son fáciles de reciclar y mucho menos tóxicos que el litio y al operar a temperatura ambiente, no hay riesgo de que fundan los dispositivos donde se instalen.
De esta manera se eleimina uno de los problemas de esta baterías que para activarlas había que calentarlas para fundir las sales. Las baterías de sodio y azufre, hasta ahora había que calentarla a 300-350ºC. Por lo que el gran reto de los científicos e ingenieros desde hace años era conseguir baterías de sales a temperatura ambiente como las de sales disueltas de sodio y azufre.
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