El fulgor de Francesco Geminiani en la música inglesa del siglo XVIII
Accademia Bizantina cierra su trilogía de concerti grossi con la op.3 de Geminiani
Con este volumen dedicado a Francesco Geminiani, el ensemble italiano Accademia Bizantina cierra la trilogía que inició en 2022 dedicada al concerto grosso. La primera entrega recogía los Concerti Grossi Op. 3 y Op. 6 de Georg Friedrich Händel, mientras que la segunda estuvo dedicada a los que integran la Op. 6. de Arcangelo Corelli. Según comenta el director de la formación, Ottavio Dantone, la elección de Geminiani para cerrar el ciclo dedicado a este género barroco estuvo clara desde el principio por su talento y versatilidad como compositor y como violinista. Este disco ha sido grabado en la Chiesa di San Girolamo en Bagnacavallo.
Accademia Bizantina es un grupo especializado en la interpretación de los sonidos de los siglos XVII y XVIII, y, su proyecto The Exciting Sound of Baroque Music (El excitante sonido de la música barroca) busca la recreación del poder expresivo de la música de ese periodo, intentando reflejar en la interpretación las intenciones y los efectos que pretendió conseguir el compositor. Por otro lado, la iniciativa tiene una dimensión divulgativa que persigue sacar la música de los auditorios y teatros para ofrecérsela a un público más amplio y diverso, reduciendo la distancia entre la música antigua y el oyente contemporáneo. No obstante, Accademia Bizantina en paralelo trabaja repertorios más modernos, como la reciente incursión en el Romanticismo temprano que llevó a cabo en su disco precedente dedicado a las sinfonías de Mendelssohn y Schumann.
La elección de la obra de Francesco Geminiani por parte del ensemble no es baladí, puesto que fue una de las figuras más sobresalientes del panorama musical londinense de principios del siglo XVIII, una escena decididamente abierta a Europa en la que brillaban otras estrellas no británicas de la talla de Giovanni Bononcini, Giuseppe Sammartini o el mismísimo Händel. En este momento idóneo aterriza un Geminiani de veintiocho años haciendo gala de un virtuosismo tal como violinista que le abre las puertas a los salones de la aristocracia -recibió el patrocinio del barón de Kielmansegg a quien dedicó su primera publicación, doce sonatas para violín- e, incluso, a la corte de Jorge I, ante quien actúa acompañado en el teclado por Händel.
Nacido en Luca en 1687 -ciudad de la Toscana en la que más de cincuenta años después verá la luz Luigi Boccherini-, Francesco Geminiani estudió violín con Arcangelo Corelli en Roma y, más adelante, composición con Alessandro Scarlatti en Nápoles, donde ejerció de solista de la orquesta de la ópera desde 1711 hasta su partida a las islas en 1715. Inglaterra se convirtió en su hogar, si bien también pasó temporadas en Dublín donde se convirtió en un reputado maestro de música, y donde también abrió un salón de conciertos para actuar allí. El haber sido alumno del grandísimo Corelli, admirado en toda Europa, fue sin duda una de las razones de su rápido éxito británico. Además de su trabajo como compositor, Geminiani fue un importante teórico de la época y llegó a publicar hasta seis libros hacia el final de su vida sobre interpretación y ejecución en diversos instrumentos: Rules for playing in a True Taste (1748), A Treatise of good Taste in the Art of Musick (1749), The Art of Playing on the Violin (1751), Guida Armonica (1752), The Art of Accompaniament (1754) y The Art of Playing the Guitar of Cittra (1760).
Francesco Geminiani ha pasado a la posteridad especialmente por sus concerti grossi, cuarenta y dos en total, divididos entre sus opus 2, 3 y 7. No obstante, son los que integran las op. 2 y 3 los que mayor popularidad cosecharon en su momento y los que le valieron la fama europea de gran compositor. El concerto grosso es una versión primigenia del concierto barroco en la que un grupo de instrumentos solistas, el denominado concertino, se enfrenta al resto de la orquesta, denominada en este contexto ripieno o tutti. El concertino normalmente estaba compuesto por dos violines y un bajo, ya fuese una viola da gamba, un violonchelo, un laúd o un clavicordio, mientras el ripieno estaba integrado por cuatro violas (más adelante serán dos violines, viola y violoncello), sostenidas por el bajo continuo o viola da gamba.
Accademia Bizantina presenta en este trabajo la grabación de los seis concerti grossi que integran la op.3 de Geminiani, que además incluye una transcripción en forma de concierto de la conocida sonata de Corelli La Folia. Este tipo de transcripciones era una actividad muy extendida a principios del siglo XVII, y, de hecho, Francesco Geminiani realizó varias de su propia obra, aparte de las ajenas. Como acostumbra este grupo, la grabación nos es presentada con todo lujo en una caja que contiene, aparte del disco, un nutrido libreto bilingüe con abundante información sobre el compositor, la obra en cuestión y los pormenores de la grabación.
El volumen que nos ocupa supone una excelente oportunidad de conocer lo más granado de la obra de Geminiani en una interpretación rigurosa y cuidada. Es éste un compositor que, además de haber legado una obra de excelente calidad, tiene en su haber el haber guiado acertadamente el gusto musical británico de principios del siglo XVIII, el haber impulsado el estudio y conocimiento de la obra de Arcangelo Corelli, y el haber contribuido decisivamente a la formación de una escuela inglesa de violinistas y compositores. Un hombre que dejó escrita en su obra A Treatise of good Taste in the Art of Musick su rotunda opinión sobre la interpretación: “tocar con buen gusto no consiste en la frecuente ornamentación, sino en expresar con fuerza y delicadeza la intención del compositor”.
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