“La conciencia de Montalbano”, una colección de relatos cortos de Andrea Camilleri

 “La conciencia de Montalbano” (Salamandra) no es un relato lineal, sino una colección de media docena de relatos cortos de distintos origen, que fueron publicados previamente entre 1998 y 2014 y que no habían sido incluidos en anteriores antologías del citado autor

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Libros.La conciencia de Montalbano

 

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La conciencia de Montalbano

El comisario Montalbano es una figura imaginada por Andrea Camilleri, cuyo apellido constituye, tal como su creador reconoció en su momento, un homenaje al escritor barcelonés y amigo suyo Manuel Vázquez Montalbán. Sin lugar a dudas, ocupa un lugar de honor entre todos los sabuesos de ficción capaces de atraer la atención de cualquier lector que sigue las peripecias del protagonista mientras investiga la autoría de todo tipo de delitos, particularmente de sangre. Y como en otros casos paradigmáticos, su personalidad se singulariza con una serie de rasgos que lo hacen inconfundible. 

 

En el caso que nos ocupa, el origen siciliano del policía, lo que configura un talante peculiar e incluso un lenguaje propio de la población insular que lo diferencia del italiano estándar, así como unas pautas de conducta que, aun siendo respetuosas con la ley, rozan a veces -desde luego en el cumplimiento de su deber- los límites de ésta. Con tales mimbres, Camilleri ha dado a luz una serie de relatos protagonizados por dicho personaje que son, a la vez que ejemplos arquetípicos de lo que ha venido en denominarse «novela negra», un espejo de la forma en que se desarrolla la vida en Sicilia.

 

 “La conciencia de Montalbano” (Salamandra) no es un relato lineal, sino una colección de media docena de relatos cortos de distintos origen, que fueron publicados previamente entre 1998 y 2014 y que no habían sido incluidos en anteriores antologías del citado autor. Cada uno de ellos tiene, pues, su propio nudo y desenlace, aunque en todo caso y como cabe suponer, el eje narrativo sea siempre la comisión de un delito cuya autoría debe Montalbano esclarecer. Un delito que no tiene que ser necesariamente un homicidio, puesto que puede tener también un motivo meramente económico o de encubrimiento, tal cual ocurre en algunos de los textos incluidos en este volumen.

 

Montalbano se mueve habitualmente en su área de competencia policial que es la ciudad ficticia de Vigatá y en sus alrededores, aunque en uno de los relatos incluidos en este volumen el autor lo sitúa en Roma, donde el comisario ha sido convocado para participar, muy a su disgusto, en un curso de actualización profesional. 

 

Camilleri le enfrenta como es habitual a una serie de casos en los que deberá aguzar su ingenio con el fin de esclarecer lo ocurrido para lo cual no duda en utilizar el auxilio de chivatos o confidentes o a moverse con soltura entre personajes vinculados más o menos a la mafia o tributarios del pago a ésta del pizzo (impuesto mafioso); pero, a la vez, le sitúa en su propio contexto personal, las relaciones con su ¿amiga? ¿novia? Livia, su vida de solterón empedernido, su convivencia con el equipo de agentes de la comisaría local -tipos todos ellos muy peculiares-, su acentuado amor por la buena mesa ¿influencia también de Vázquez Montalbán?- lo que le lleva, por ejemplo, a descartar numerosos de compromisos sociales con el fin de tener libertad para disfrutar la Nochevieja en casa de su asistenta que es maestra en la confección de los arancini (croquetas de arroz con relleno típicas de Sicilia). Un libro para leer a ratos perdidos cuando se dispone de poco tiempo, pero que tiene los mismos alicientes y la misma capacidad de seducción que cualquier otro texto del autor siciliano. 

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