Renacimiento reedita los cuentos infantiles de Cuchifritín, el personaje ideado por Elena Fortún

Con “Cuchifritín el hermano de Celia” se inicia una nueva reedición de los cuentos que empezaron a publicarse por primera vez en 1935

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Encarnación Aragoneses, más conocida por su seudónimo literario de Elena Fortún fue una escritora española que se especializó en narrativa infantil y creó dos personajes que han superado con creces la barrera del tiempo al punto de llegar a convertirse en clásicos del género. Nos referimos a Celia y Cuchifritín Gálvez, protagonistas de sendas series de relatos inicialmente publicados en el suplemento infantil “Gente menuda” del diario ABC y recogidos luego en libros que, habida cuenta la acogida que obtuvieron, gozaron de ediciones sucesivas hasta el día de hoy (y hasta de una versión televisiva) 

Escribir sobre estos dos personajes me obliga a recordar mi propia infancia cuando recibí los primeros libros de Cuchifritín de manos de mi hermana mayor. Fue el descubrimiento de una historias divertidísimas en las que se relataban las trapacerías que cometía un rapazuelo ingenuo y simpático, fácilmente identificable con cualquier otro de su edad. De la lectura de Cuchifritín pasé a la de las aventuras de Celia, siguiendo el orden inverso al de su escritura por Fortún/Aragoneses, ya que fue la hermana mayor del crío la primera protagonista de sus relatos en los que se reflejaban de alguna manera los modos y formas de vida de una familia de clase media acomodada en la España de los años republicanos, un dato que curiosamente no ha supuesto nunca impedimento para que las generaciones actuales sigan gozando con las peripecias de ambos personajes, algo que yo mismo tuve ocasión de comprobar cuando TVE realizó una serie televisiva que mis hijas, entonces niñas, disfrutaron con la misma identidad que yo mismo muchos años antes.

Característica propia de tales personajes es que, a diferencia de los de otros cuentos, en los que sus protagonistas no crecen nunca y permanecen siempre como niños, en la obra de Fortún evolucionan al compás de su propio desarrollo físico y psicológico, circunstancia particularmente significada en Celia, quien llega a una prematura madurez cuando, superada la adolescencia, debe enfrentarse a la guerra civil. Es el momento en que Fortún transforma el cuento infantil en un relato perfectamente adecuado para el lector adulto.

Peor no nos precipitemos porque lo que queremos comentar es la reaparición de las aventuras del chaval, que Renacimiento ha comenzado a reeditar con el volumen “Cuchifritín el hermano de Celia” que apareció por primera vez en 1935 y regresa ahora 84 años después en plena lozanía para solaz y entretenimiento de niños… o de quienes lo fuimos años atrás y disfrutamos ya entonces de aquellos relatos imaginativos, bien escritos y pletóricos de buen humor.

Solo nos resta esperar que esa misma editorial continúe con el propósito felizmente iniciado y nos ofrezca sucesivamente los siguientes volúmenes de la serie que fueron los titulado “Cuchifritín y sus primos”, “Cuchifritín en casa de su abuelo” y “Cuchifritín y Paquito”.

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