“Oikia, Relats d’infantesa”, una colección de memorias de adolescentes
Ocho relatos escritos por acogidos del centro gerundense Oikia que han sido ilustrados por otros tantos artistas
Una experiencia educativa ha dado lugar a un libro singular. La idea surgió en el centro de acogida Oikia situado en tierras gerundenses cuando sus responsables pidieron a algunos de los internados que relatan su propia peripecia personal. En principio se trató de un mero trabajo interno para que los menores se expresaran libremente y con toda sinceridad recuperando sus recuerdos y vivencias, pero sus cuidadores se llevaron una gran sorpresa cuando se percataron del resultado porque entre los textos recogidos comprobaron que los había con una gran fuerza expresiva. Sin tener idea muy clara de lo que se podía hacer con ellos, los remitieron a la editorial Indòmita donde quedaron inmediatamente seducidos y pensaron en la oportunidad de convertir algunos de dichos relatos en historias ilustradas, cada una de las cuales sería convertida en imagen por diferentes creadores.
Manos a la obra: de la de Said, se encargó Agustín Comotto, Raquel Ródenas de la de Jonathan Pérez, Marc Torices de Mohamed M’Hamdi, Nadia Hafid de Nil Balaguer, Cristina Bueno de Ousman Sillah, Pep Brocal de Oussama Bachra, Susanna Martín de Tihomir Sofkpv y Marín Tognola de Maliki Souwaré. En total tres muchachos marroquíes, un gambiano, un malinés, un búlgaro, un barcelonés y un gerundense. Todos ellos menores de edad e ingresados en Oikia como resultado de su respectiva situación personal: los foráneos, llegados a España de forma irregular y los otros, como consecuencia de problemas familiares. Cada artista gráfico puso en marcha su inspiración con plena libertad, pero con la condición de respetar el sentido del relato escrito por cada uno de los citados autores.
A la presentación del volumen, que es una obra de gran tamaño, notable colorismo y cuidada edición, asistió uno de los protagonistas y autores de tales historias, el marroquí Said. Bueno, en realidad se llama Ismail, pero quiso aparecer con el patronímico que le daba su abuela. Emigrante ilegal, pudo atravesar la frontera escondido en el interior de un camión, atravesó la península desde Andalucía a Bilbao para recalar finalmente en Girona, donde fue acogido por Oikia y en la actualidad está cursando un grado medio en sanidad. Habla su idioma materno, que es el amazigh, así como el árabe, oficial en Marruecos, y durante su estancia en España ha aprendido español y catalán. Said manifestó, por cierto, una acusada vocación literaria que expresa en una precoz obra poética.
“Oikia, Relats d’infantesa” es, consecuentemente, un libro muy diferente, con capacidad de sorprender a los niños, como fue el caso de los hijos de Laura Huerga, su editora, quien confesó que fueron capaces de comprender, gracias a su lectura, muchas situaciones de marginación o discriminación que se producen en el seno de las aulas escolares y que no siempre trascienden.
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