Una inundación en la vía provoca cortes de la R15 entre La Pobla de Massaluca y Aragón

El corte de la R15 impide la conexión entre las poblaciones aragonesas de Fayón y Nonaspe a través de la Pobla de Massaluca, tramo que une Zaragoza y Reus

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Archivo - Renfe.
Foto: EuropaPress

 

La circulación de trenes en la R15 está cortada este miércoles por la mañana entre La Pobla de Massaluca (Tarragona) y Aragón por las condiciones meteorológicas adversas, por las cuales se ha inundado la vía y ha provocado la avería de un convoy.

Según han informado Adif y Renfe en sendos comunicados en 'X' recogidos por CatalunyaPress, por el momento no hay previsión de hora para restablecer la circulación y Protecció Civil ha activado la prealerta del Ferrocat por el incidente.

El corte de la R15 impide la conexión entre las poblaciones aragonesas de Fayón y Nonaspe a través de la Pobla de Massaluca, tramo que une Zaragoza y Reus (Tarragona).

 

LOS INCONVENIENTES DE LA LLUVIA

 

La lluvia puede afectar significativamente la circulación de los trenes, generando retrasos, interrupciones y problemas de seguridad. Cuando llueve intensamente, las vías del tren pueden volverse resbaladizas, lo que reduce la fricción entre las ruedas y los rieles. Esto provoca que los trenes necesiten mayor distancia para frenar y disminuyan la velocidad para mantener la seguridad. En casos extremos, la lluvia intensa puede causar inundaciones en las vías, bloqueando o dañando infraestructuras, lo que puede llevar a la suspensión temporal del servicio.

Además, las lluvias fuertes pueden afectar los sistemas eléctricos y de señalización que controlan el tráfico ferroviario, provocando fallos técnicos y dificultando la coordinación segura de los trenes en circulación. También existe el riesgo de deslizamientos de tierra en áreas montañosas, que pueden obstruir las vías y requerir intervención de equipos de emergencia.

Por otro lado, la lluvia puede afectar la visibilidad de los conductores de trenes, lo que requiere mayor precaución y reducción de la velocidad. Por lo tanto, la lluvia implica desafíos operativos y de seguridad para el transporte ferroviario, obligando a las compañías a tomar medidas adicionales para garantizar el bienestar de los pasajeros y la integridad del servicio.

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