"Mafia organizada" ocupa pisos en La Bisbal d'Empordà: vecinos desesperados y un "calvario" sin fin

La Bisbal d'Empordà enfrenta una situación alarmante: una "mafia organizada" se dedica a ocupar y revender cerraduras de pisos y casas vacías por precios que oscilan entre 2.000 y 4.000 euros, según publica Diari de Girona. Esta red ilícita, dirigida por un joven de unos 25 años, no solo vende los espacios, sino que también los alquila, dejando a los nuevos inquilinos en condiciones insalubres, muchas veces con solo un colchón en el suelo. Así lo han denunciado vecinos y autoridades locales, que afirman estar "hartos" y piden acciones más enérgicas para enfrentar este problema.

"Es un calvario": la angustia de los vecinos

La situación es insostenible para vecinos como Iscle Martínez, quien lleva años viviendo un auténtico "calvario". Desde que se instaló en el barrio hace ocho años, ha visto cómo el conflicto y el peligro se han convertido en su día a día, con ocupaciones que van acompañadas de violencia y amenazas constantes. “No podemos vivir tranquilos, la fachada está dañada, ensangrentada, y hasta el jardín lo tenemos ocupado”, explica Martínez, quien incluso ha tenido que poner una reja protectora.

La madre de Iscle, Antònia Roig, agrega que la familia se siente "desamparada y desesperada" ante la falta de respuestas. Asegura que viven con miedo debido al comportamiento agresivo y ruidoso de los ocupantes, una situación que afecta a toda la comunidad. "Van en banda, no son ocupas normales; esta gente es peligrosa", lamenta Roig.

Oficina Antiocupación: la respuesta del Ayuntamiento

En respuesta, el Ayuntamiento de La Bisbal ha establecido una Oficina Antiocupación, la primera en las comarcas de Girona, ubicada junto a la Policía Local. El objetivo es permitir a los vecinos denunciar intentos de ocupación de manera rápida para que se pueda intervenir de inmediato. Según el regidor de Seguridad, Xavier Dilmé, se trata de una “auténtica mafia” que revienta cerraduras y facilita la ocupación a personas conflictivas, muchas de ellas presuntamente relacionadas con actividades ilegales como el tráfico de drogas.

Justicia lenta y desesperación vecinal

Pese a la intervención municipal, Dilmé denuncia que el proceso judicial para desalojar a estas personas es largo y que muchos ocupas utilizan servicios de electricidad y agua ilegalmente, afectando aún más a la comunidad. El regidor hace un llamamiento urgente a la Justicia, pidiendo que “se ponga las pilas” para terminar con esta situación que ha generado una “alarma social importante” en La Bisbal d'Empordà.