Encuentran muerta a una nutria que vivía en la playa de Llançà
El Departamento de Acción Climática y la Fundación Barcelona Zoo, a cargo del proyecto de seguimiento de nutrias en el litoral, han confirmado la muerte del animal
Una nutria, de la que se tenía constancia por su adaptación al entorno marino en la playa de Llançà, ha sido hallada sin vida el pasado 31 de octubre, según informa Empordà Televisió. Este ejemplar, que pasaba gran parte del tiempo entre la arena y la riera cercana, había sido visto días antes con heridas en una pata y evidentes signos de debilidad. A pesar de haber recibido atención por parte de voluntarios y Agentes Rurales, la nutria logró escapar y refugiarse en las rocas del espigón.
El Departamento de Acción Climática y la Fundación Barcelona Zoo, a cargo del proyecto de seguimiento de nutrias en el litoral, han confirmado la muerte del animal. Su cuerpo ha sido trasladado al Centro de Recuperación de Fauna del Empordà, donde se le practicará una necropsia para esclarecer las causas de su fallecimiento.
Hipótesis sobre la muerte de la nutria
Entre las posibles causas que se investigan se encuentran un posible accidente con una embarcación, el contacto con redes abandonadas, o incluso una pelea territorial, ya que en la zona recientemente se había avistado una hembra de nutria con crías.
Nutrias en el Mediterráneo: un fenómeno único
Esta nutria formaba parte de un pequeño grupo de nutrias que, a diferencia de sus congéneres de agua dulce, se ha adaptado a vivir en el entorno marino. Desde 2016, el proyecto de caracterización de las poblaciones de nutrias en el litoral del Alt Empordà ha seguido de cerca a estos animales, con registros de al menos una decena de ejemplares en la zona.
El caso de esta nutria es particularmente notable, ya que en febrero del año pasado se logró captar por primera vez la imagen de una nutria saliendo del mar en una playa cercana al cabo de Creus, un comportamiento inusual para esta especie. Empordà Televisió había grabado a esta nutria reposando en los espigones cercanos antes de su muerte, lo que ha permitido documentar su comportamiento y adaptación al mar.
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