Un estudio liderado por expertos de la Universitat de Girona (UdG), la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) advierte sobre los riesgos que supone la instalación de parques eólicos flotantes en el Golfo de Roses para la biodiversidad marina. Los resultados, publicados en la revista científica Marine Policy, identifican a 135 especies vulnerables potencialmente afectadas por esta tecnología.
Bajo el título "Assessing the Potential Impacts of Floating Offshore Wind Farms on Policy-Relevant Species: A Case Study in the Gulf of Roses, NW Mediterranean", el estudio evalúa por primera vez en el Mediterráneo los posibles impactos de la eólica marina sobre especies relevantes para las políticas de conservación. Entre las especies identificadas, muchas desempeñan un papel crucial en la salud ambiental de las aguas, tal como establece la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina y los objetivos de biodiversidad de la Unión Europea para 2030.
Mamíferos, aves y hábitats en peligro
El análisis resalta que mamíferos marinos como el delfín mular, aves como la pardela balear y la gaviota cabecinegra, tiburones como el azul, y macroinvertebrados bentónicos podrían verse gravemente afectados. Los principales factores de estrés incluyen ruido, vibraciones y la alteración o pérdida de hábitat.
Estos hallazgos son especialmente relevantes, dado que el área del Golfo de Roses y el cercano Cabo de Creus son zonas de alta biodiversidad y protegidas por normativas internacionales como la Directiva Hábitats, la Directiva Aves y la Lista Roja de la UICN.
Propuesta: más investigación y equilibrio sostenible
El equipo científico destaca la necesidad urgente de recopilar datos 'in situ', realizar estudios específicos de especies y evaluar los ecosistemas cercanos. "La investigación muestra los posibles impactos de los parques eólicos flotantes sobre especies prioritarias para la conservación en el Mediterráneo", afirmó Paul Wawrzynkowski, autor principal del artículo.
Este trabajo forma parte del proyecto BIOPAIS, coordinado por la UdG y el ICM-CSIC, con apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y la Unión Europea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Los investigadores concluyen que para avanzar en la descarbonización sin dañar la biodiversidad marina, es fundamental diseñar proyectos que minimicen los impactos en estos ecosistemas clave.
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