Arena, el perro lazarillo número 3.000 de la Fundación ONCE, ya acompaña a una vecina de Blanes
El primer perro que se entregó, hace 33 años, también fue en Catalunya (en Lleida) y se llamaba Tag
La Fundación ONCE del Perro Pigall (FOPG) ha entregado a su perro guía número 3.000 a Blanes . Curiosamente, el primer perro que entregó la FOPG, hace 33 años, también fue en Cataluña, concretamente en Lleida, y se llamaba Tag.
Dolors Villena, afiliada de la ONCE en Blanes, ha sido la afortunada de recibir a Arena, su primera perra lazarillo. “Yo tenía a George Clooney, como llamaba cariñosamente a mi querido bastón blanco, y ahora ya tengo en el Arena. Debo decir que es una experiencia única y que me ha cambiado la vida. Llevaba ocho años utilizando el bastón y he notado que con Arena tengo mucha más libertad y me siento más segura”, asegura Dolors.
Como es habitual en la asignación de perros lazarillo, Dolors hizo un curso de instrucción para aprender todo lo necesario para ser usuaria de un perro lazarillo. Este programa de formación práctico incluye el aprendizaje de los cuidados que el perro requiere, información sobre los aspectos legales y trámites administrativos, y la práctica para realizar un buen equipo con el animal.
Una vez superada esta formación, Nuria García, instructora de la Fundación ONCE del Gos Pigall, se desplazó hasta Blanes para realizar una formación personalizada en el domicilio de Dolors. “Durante cinco días pusimos en práctica todo lo aprendido durante la misma. formación, en mi población y en mi entorno más cercano. Hicimos mis rutas habituales. Arena aprendió muy rápidamente el camino hasta el trabajo y, durante este proceso, también descubrí que tiene un buen carácter y que le encanta el mar”, explica Dolors.
“Los primeros días sin la instructora estuvieron llenos de emociones. Te enseñan muchas cosas en muy poco tiempo, y ponerlas en práctica a veces es complicado. Es un proceso de adaptación exigente, pero Arena y yo conectamos desde el primer momento, como un amor a primera vista. Me doy cuenta de que he tomado una muy buena decisión. Cuando utilizaba bastón blanco, nunca me atrevía a bajar las escaleras de mi casa ni a salir de noche. Ahora, con Arena, lo hago casi todos los días y me siento más segura que nunca”, asegura emocionada.
Los beneficios de ser usuario de un perro lazarillo
Para una persona ciega o con discapacidad visual grave, ser usuaria de un perro lazarillo significa ganar en velocidad y seguridad en los desplazamientos. La mejora en la movilidad respecto al bastón blanco es sustancial, y ésta es la principal ventaja de contar con este soporte.
Además, ser usuario de un perro lazarillo implica disfrutar del derecho de acceso acompañado del animal a todo tipo de espacios, locales, establecimientos y transportes públicos o de uso público, independientemente de si son de titularidad pública o privada. Este derecho garantiza que el usuario pueda moverse de forma autónoma, sin más limitaciones que las establecidas por las normativas, y en condiciones de igualdad con el resto de usuarios.
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