¡Caos en Cambrils! El alcalde del PSC expulsa a un concejal de Junts y pone en jaque al gobierno
Las disputas entre PSC, ERC, Comuns y Junts dejan un gobierno local dividido tras la expulsión de Enric Daza
La política de Cambrils (Baix Camp) vive un auténtico terremoto tras la expulsión del concejalde Urbanismo y Obras Públicas, Enric Daza (Junts), del gobierno local por parte del alcalde Alfredo Clúa, del PSC. El motivo de esta medida tan drástica, según ha explicado Clúa, ha sido la "deslealtad" de Daza y la "pérdida de confianza total y absoluta". El alcalde asegura que ha intentado resolver la situación "de manera incansable", pero que las "discusiones continuas" y las "faltas de respeto" del regidor de Junts le han obligado a tomar esta decisión.
Este enfrentamiento se suma a la creciente tensión dentro del gobierno municipal, que está formado por el PSC, ERC, Comunes y Junts. Aunque Daza ha sido expulsado, el PSC, ERC y Comunes han dejado claro que mantienen la confianza en las otras dos regidoras de Junts, Laura Mellau y Teresa Recasens. De esta manera, el gobierno local, pese al golpe sufrido con Junts, no se disuelve, pero sí que queda fracturado.
La situación se complica aún más al recordar que esta no es la primera vez que Daza se enfrenta a una expulsión del gobierno de Cambrils. En febrero de 2023, el entonces alcalde Oliver Klein, de Nou Moviment Ciutadà (NMC), le retiró todas sus competencias tras su salida de este partido para liderar la lista de Junts en las elecciones municipales de mayo de 2023.
Clúa, del PSC, ha señalado varias razones que han llevado a esta ruptura, comenzando por lo que considera una "oposición casi sistemática" de Daza a los acuerdos de gobierno que él mismo había avalado. Además, el alcalde acusa a Daza de haber filtrado información a la prensa y de convocar una rueda de prensa para "desacreditar" al gobierno local. La gota que colmó el vaso, según Clúa, fue el "comportamiento reiterado de poco respeto" de Daza, tanto hacia él como hacia el resto del equipo de gobierno y los trabajadores municipales.
El clima de tensión también se ha dejado sentir en ERC, donde su primera teniente de alcalde, Camí Mendoza, ha reconocido que, tras la expulsión de Daza, el gobierno se encuentra "en una posición más frágil" numéricamente. Mendoza ha pedido a las regidoras de Junts, Mellau y Recasens, que tomen una "decisión responsable" respecto a su futuro en el gobierno local. "Junts es libre de contestar y hacer lo que considere", ha declarado Clúa, dejando la pelota en el campo del partido independentista.
Por su parte, desde los Comunes, representados por el tercer teniente de alcaldía, Jordi Barberà, se ha señalado que, dada la nueva situación de minoría, se verán obligados a dialogar con otros grupos de la oposición para seguir adelante con los proyectos ya en marcha. Barberà ha señalado como prioridades la aprobación de los presupuestos de 2025, así como otros proyectos como la construcción de nuevos equipamientos deportivos y la urbanización del TramCamp.
La decisión de Clúa, de PSC, y las tensiones entre los diferentes partidos del gobierno local, no solo han dejado a Cambrils en una situación política complicada, sino que también han abierto la puerta a nuevas negociaciones con la oposición, que ahora tendrá más poder en el Ayuntamiento. El futuro del gobierno local de Cambrils sigue siendo incierto y dependerá de las decisiones que tomen los partidos de Junts y de los movimientos en el resto de formaciones.
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